Foto denuncia: ningún drama
"Solo sucede en Chile... Auto estacionado en 14 de febrero con Avenida Brasil", escribió @hortensiaavend2 junto a esta imagen. Ni siquiera está cercano a una esquina o solera, simplemente en medio de la calle.
"Solo sucede en Chile... Auto estacionado en 14 de febrero con Avenida Brasil", escribió @hortensiaavend2 junto a esta imagen. Ni siquiera está cercano a una esquina o solera, simplemente en medio de la calle.
La usuaria @makitayuvancic subió esta foto a twitter, comentando: "Se estacionan donde quieren y el peatón ni siquiera puede pasar#Antofagasta." Esto ocurre en Avenida Argentina antes de llegar a Playa Blanca.
Estimado director:
Mientras más poderosos telescopios se instalan en Chile para cumplir el sueño de ver y buscar vida a millones de años luz de la tierra, algunos de los candidatos a La Moneda no son capaces de ver y buscar las soluciones a los reales problemas, que sí le quitan el sueño a los chilenos y que están bajo sus propias narices. ¿Miopía o tuvimos mal ojo para elegir los candidatos?
Luis Enrique Soler Milla
Señor director:
A 50 años de su muerte, no pocos chilenos consideran a Ernesto Guevara de la Serna (el Che) como un símbolo del heroísmo juvenil y del espíritu pacifista y humanista. Sin embargo, la historiografía ha dejado en evidencia que esto no es así. La trayectoria del guerrillero argentino está plagada de oscuras sombras. Exportó la lucha de clases, el odio y las guerrillas a gran parte de Latinoamérica, incluyendo Chile. Contribuyó a instalar la más prolongada y brutal dictadura de la historia latinoamericana. Nos referimos a la dictadura comunista de Fidel Castro, que sumergió al pueblo cubano en la miseria, y que asesinó a más de 40.000 personas (no olvidemos a los más de 70.000 balseros que murieron intentando escapar de la isla). El propio Che era un asesino serial. Ejecutó directamente a 216 personas. Ninguno de estos crímenes aconteció en el marco de enfrentamientos armados, sino que fueron ejecuciones a sangre fría, la mayoría sin un procedimiento legal. Ordenó 1.500 fusilamientos en la fortaleza de La Cabaña. En diciembre de 1964, reconoció ante la Asamblea de la ONU: "¿Fusilamientos? Sí, hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando". También era un racista. En sus escritos (diarios y notas de viajes) se puede leer: "los negros... han mantenido su pureza racial gracias al poco apego que le tienen al baño"; los aborígenes bolivianos "son animalitos"; los indios argentinos constituyen "la grey hedionda y piojosa"; "es más agradable el olor a excremento de vaca que su similar humano" (el del indio argentino); los mexicanos autóctonos son "la indiada analfabeta de México"; "en Perú y Bolivia, utilizaremos la indiada para promover la revolución, de esos hay miles y son fácilmente reemplazables".
Por último, despreciaba a los homosexuales. Los consideraba pervertidos sexuales (engendros del capitalismo). Por eso, recluyó a cientos de ellos en el campo de concentración de Guanahacabibes.
Mauricio Schiappacasse Ardiles