Era un espacio de tierra en donde se acumulaba basura, hasta que un día un grupo de vecinos se organizó y quiso cambiarle la cara al lugar.
Fierros, neumáticos, pallets y otros materiales, sirvieron para de a poco levantar una pequeña plazoleta y así tener un lugar para que los niños puedan jugar.
Es la iniciativa que hace aproximadamente dos años nació de los residentes del sector Bonilla, específicamente en la zona conocida como Chimba Alto.
Los pobladores de las casas que se ubican justo al frente de esta plazoleta, en la intersección de las calles Pablo Neruda con Avenida Huamachuco, dicen que hace más de un año que reunieron los materiales y quisieron levantar un lugar para que todos puedan disfrutar.
Ahora luchan para que permanezca limpio y libre de basura, así como también por el cuidado de las plantas.
Columpios, un resbalín y a hasta una pequeña cancha de futbolito, son las instalaciones que lograron habilitar los pobladores. Y para hermosear el lugar, aparte de hacer aseo y quitar la basura, también lograron ubicar plantitas.
"Se nos ocurrió por los niños. Por ejemplo mi hija en alguno de sus cumpleaños, instalamos una saltarina ahí", comenta Elena Fernández, una de las vecinas que trabajó en el levantamiento de este espacio y quien también se encarga de la mantención.
Respecto a los materiales, Elena cuenta que estos pertenecían a un vecino que falleció, por lo que se los pidieron a un familiar de él.
Con fierros en desuso y pallets, lograron armar el resbalín, más el apoyo de familiares, pudieron agregar a la estructura un techo de calamina.
Los resbalines y culumpios también se habilitaron con materiales recuperados de otros juegos.
"En las tardes sobre todo, se ven hartos niños cuando salen del colegio", añade la pobladora.
"Yo, una vecina y mi hija, salimos temprano en la mañana y tratamos de limpiar todo esto", añade Elena Fernández, cuando comenta que han tenido que lidiar con personas que botan basura en dicho sector y a quienes realizó un llamado a ayudar a mantener limpia dicha zona.
Otro de los residentes es Carlos Zaldívar, quien vive a unos pasos de este espacio. "Les vecinos se juntan, limpian y barren y cada uno riega los arbolitos. Mantienen bonito", añade.
Según el trabajador, la idea fue armar este recinto porque no habrían muchos juegos infantiles en los alrededores del sector. "Tampoco tenemos muchas canchas, como para entretener a los niños", agregó.