Tras décadas la Máxima FM se despide del dial antofagastino
Ayer se informó del término del espacio que durante años informó a la comunidad en desastres naturales y todo tipo de emergencias. Este viernes será su última jornada.
Román Hernández, director de la histórica radio antofagastina Máxima FM, ayer vivió una de las jornadas más duras, tanto en el aspecto personal como profesional. Luego de desarrollar el grueso de su carrera en el mencionado dial nortino, tuvo este martes la difícil misión de informarle a sus auditores que su lugar de trabajo bajaba sus transmisiones.
Son décadas que llegarán a su fin este viernes cuando el mismo Hernández se encargue de despedir de forma definitiva la programación. Por eso el comunicador describe su sentir como una extraña mezcla entre orgullo por la enorme labor informativa realizada, y la tristeza de ver al emblemático espacio, el de la 99.1 (FM), concluir su radiodifusión.
"A partir de las 14:00 horas cerrará sus transmisiones después de 30 años en el aire y para siempre.
Ese día estaremos recordando muchos momentos hermosos y tristes, con audios de antaño, voces y amigos de siempre...", avisaron ayer por sus redes sociales oficiales. Luego del aviso, los teléfonos de las oficinas ubicadas en Maipú 325 no pararon de sonar.
Historia
Además de La Estrella, ayer entraban y salían varios colegas que más que buscar la noticia querían entregar su apoyo. Todos sabían que con el fin de la Máxima FM se terminaba una era de las comunicaciones de la capital regional.
"Es difícil en pocos minutos hacer un resumen de lo que ha hecho la Máxima como radio. Marcamos un hito y dejamos demasiado alto la vara", reflexiona Román sentado por enésima vez frente a los micrófonos del estudio donde a diario reporta, o -más bien ahora- "reportaba" las noticias.
El medio que él lideró fue uno de los primeros en tener informativos de una hora. La idea era trasladar a la Frecuencia Modulada el tradicional ritmo del "AM".
"Es la única radio de Antofagasta que a las 12 de la noche, todos los días, durante casi treinta años toca la canción nacional. Y no sólo la tradicional del himno, en diferentes versiones, en arpa, en guitarra, piano, folclóricas... Al mediodía, todos los días también, una página musical chilena. Un gong que indica la separación de programas como lo hacían las antiguas, como la Portales, la Minería y la Nacional de Chile... Y todo eso es el AM, porque yo venía a la Máxima desde el AM. Sacamos los estudios de la radio con los equipos a la calle durante las emergencias, como en el aluvión del 91', el terremoto del 95', las lluvias, los vientos... Nosotros siempre salimos a la calle. Ese es el hito más importante que yo encuentro que hizo la radio", explica dentro de un largo etcétera que incluye también ser la primera emisora local en tener página web y señal online.
-¿Es posible seguir con todo eso en otro medio?
Hoy día lograrlo a través de otro medio yo sé que es posible. Yo creo que es posible, pero va a costar. Es más, en las últimas elecciones por primera vez la radio no salió al aire, por primera vez en su historia no salió y vaya que se notó la ausencia. En ese momento nosotros no podíamos decir que ya no iba más la Máxima. Todavía no podíamos informar.
-¿Qué le han dicho los compañeros de otros medios?
Escuché una grabación de una colega que no sé dónde trabaja, y sin haber estado nunca aquí se emocionó, ella decía que grababa la música de la radio en cassette. El otro día en la "Bomberotón", que fue la última transmisión que hicimos en exteriores, una señorita (de otro medio) me dijo que era auditora y que escuchaba el turno de la noche. Entonces el cariño es grande, porque en la Máxima nunca fuimos egoístas, nunca acá se vio a los colegas como competencia y creo que por eso nos ganamos el cariño del resto de las radios colegas. Jamás negamos una cuña ni nada.
-¿Qué pasará con los trabajadores?
Bueno, esta es una muerte anunciada. Nosotros ya sabíamos que la radio no iba a durar mucho. El personal fue poco a poco saliendo y hoy día en la radio no hay nadie, yo soy la última persona que queda y me voy con la satisfacción como locutor, porque creo que hemos marcado un hito, que va a ser muy difícil encontrar esto nuevamente.
-¿Es la muerte de una época en las radios de Antofagasta?
Siempre las radios han salido perdiendo en este tema. Te puedo nombrar la Radio Láser, Radio Antofagasta, las AM, hace poco la Continente de Tocopilla cerró sus transmisiones, la radio Nuevo Mundo ya no tiene transmisión local...
Lo conversaba hoy con un colega de una transmisión amiga: la radio vive de la publicidad y hoy es más fácil para un gran consorcio, o una gran empresa, contratar en Santiago un aviso que quizás le va a costar el triple que en Antofagasta, pero se lo va a tirar por todo Chile.
Entonces ¿de qué viven las radios locales? Hoy del arriendo de programas, de postular una vez al año al Gobierno Regional, que son tres millones de pesos máximos que se puede obtener de aquello, y se obliga a comprar equipamiento, ¿y qué más...? Además para que el comercio local pueda publicitar hay que bajar el precio porque está muy mal este negocio, entonces eso es regalar el trabajo. Hoy le pasa a la Máxima y ojalá a nadie más, pero vienen otras radios detrás.
La gente piensa muchas veces que uno es millonario y yo tengo problemas hasta para movilizarme, no tengo auto y uso locomoción colectiva y a veces ni tengo... Entonces es muy difícil hacer radio.
-¿Cómo van a ser las últimas jornadas?
Como siempre han sido, de momento, improvisado. Tengo muchas ideas en la cabeza, y partimos mañana (hoy) con la transmisión especial pero no sé cómo va a terminar.
Para mí va a ser una tarea muy difícil cerrar la radio, porque para mí como director también es un fracaso. Lo siento un fracaso pese a que hice todo lo posible, pero no fuimos capaces los que asumimos después de Guillermo Díaz (fallecido dueño de la radio), mantener lo que él había dejado. Pero yo no puedo competir solo, en algún momento llegamos a ser 25 personas y éramos cuatro radios (dos en Antofagasta, una en Calama y Copiapó). Un amigo me decía que no era un fracaso, pero va a quedar para toda la vida la voz mía en el cierre de la radio.
Máxima FM fue vendida a un holding que no fue revelado y se mantendrá sólo con música hasta nuevo aviso.