Cartas
Comida, políticos y campaña
"Comida tengo yo, dijo el rey, que vosotros ignoráis", reza la obra del castizo Francisco de Quevedo.
Verán ustedes, que la comida y la vida política están amalgamados. En tiempos de elecciones, no he escuchado a ningún candidato referirse en su programa sobre combatir la "obesidad" o "trastornos alimentarios". No olvidemos que Chile pasó de ser un país desnutrido al más obeso en Latinoamérica.
La sensación de que la política no se ocupa de los nuevos problemas y ha dejado de resolver bien los antiguos, se confirma en casos como éste.
Decía el jurista y gastrónomo francés Brillat-Savarin, "Dime lo que comes y te diré quién eres". Al parecer la mayoría de los políticos, gozan de buena alimentación al ver sus regordetes intereses por sobre los de la nación, los que se resuelven en románicas cenas privadas.
En otro contexto, sin ser aún un matusalén, recuerdo antiguas prácticas en elecciones pasadas, que la comida se utilizaba, lamentablemente, para conseguir votos.
Y en estos tiempos modernos, al electorado le interesa saber más del morbo de la dieta, gustos y selfies foodies de los entusiasmados candidatos que de la propuesta de salud y nutrición. Bon appétit...
