El Viejito Pascuero nos contó cómo fue la entrega de regalos
Nos contactamos con el mismísimo San Nicolás, quien accedió gustosamente a conversar con nosotros desde el Polo Norte. En Antofagasta dice que visitó 90 hogares y le llamó la atención los deseos que pidieron los niños.
Mientras todos durante el pasado domingo 24 se encontraban realizando los preparativos para la Nochebuena, en otra parte del mundo estaba él en plena jornada de trabajo.
Con su característico abrigo rojo y sus botas negras, su contextura robusta y barba blanca, el Viejito Pascuero, Santa Claus, Papá Noel o San Nicolás, como se le conoce en varias partes del planeta, no descansaba.
En plena tarea, el legendario Pascuero y abordo de su trineo mágico tirado por los famosos renos, capitaneados por Rodolfo, viajaba a varias partes del mundo para entregar los regalos que millones de niños le pidieron. Algunos no querían obsequios y sus peticiones eran más bien para tener a la familia unida, entre otros buenos deseos.
El rubro del Pascuero es algo que también ha tenido que saber adaptarse a las nuevas tecnologías y eso él lo sabe. Por eso y para ordenar un poco la correspondencia y el itinerario de entrega de regalos -no nos olvidemos que tiene que visitar cerca de 440 millones de hogares en el mundo, que es algo que puede realizar sin problemas gracias a la magia- es que Claus ha tenido que incursionar en el mundo del internet.
Por eso el Pascuero y su esposa la Señora Claus decidieron conformar "Santa Claus Chile", donde a través del sitio web www.santaclauschile.cl, se dedican a organizar visitas a los hogares de los niños, mientras que los duendes mágicos agradecieron el uso del internet, porque ahora pueden organizarse mejor y así evitar algún error en el reparto, algo que es lógico que pasaría por la inmensa cantidad de paradas en la ruta.
En las redes sociales se pueden encontrar fotos y vestigios de las navidades, visitando el Facebook Santa Claus Chile.
El hombre de rojo después de terminar el hemisferio del norte, continuó por la parte sur del planeta, llegando también a Chile y por supuesto Antofagasta.
Ya más calmado y con más tiempo después de haber estado trabajando duro en la jornada navideña, nos costó pero logramos ubicarlo y así, pudimos entrevistarlo con un contacto que hicimos directamente hasta el Polo Norte.
Tomando un poco de aire mientras se relaja en la parte norte del mundo, comienza a relatar que -como todos los años- la jornada del 24 y hasta el lunes 25 de diciembre, "estuvo bastante extenuante, larga y llena de trabajo. Incluso te diría que aún más que otros años".
-¿Más trabajo, cómo es eso?
-La verdad es que cada vez los niños están pidiendo más deseos y más cosas y eso obligó a nuestros duendes a trabajar el doble en la producción en el Polo Norte. Pero además, porque este año pudimos llegar a muchos más lugares en el mundo.
- Bastante extenuante, es harta pega y consideremos que todo es en una sola noche...
-Así es. Si no fuera por la ayuda de mi reloj mágico el cual puedo retrasar el tiempo y atravesar el mundo de un segundo a otro, créeme que esa noche hubiese sido aún más extenuante. Pero con la magia de todos los niños y los padres y mi relojito, puedo llegar a todos los hogares.
Tarea
Como venimos diciendo al comienzo de esta entrevista, es titánica la tarea que realiza el Pascuero, pero sería imposible para él hacerlo solo.
Es por eso que primero tiene a su esposa, la Señora Claus que es la que le ayuda con la preparación de las galletitas de jengibre y chocolate para que nadie del equipo se quede dormido durante la misión.
Pero también están los duendes mágicos, muy útiles para organizar todo lo que es la logística de la separación y luego el despacho de los obsequios.
Pau es la jefa de los duendes y del taller de Santa. Ella es la encargada de realizar la ruta que trazarán los renos y de revisar la lista completa de los niños que se portan bien.
También está Maglio, a quien Santa define como "el duende más desordenado del Polo Norte. También Aranza, que es la que se encarga de leer las cartas que llegan y es la duende más alta del polo, midiendo 1,85 metros".
A ellos se suma Ángel, que es una duende bailarina, encargada de ordenar los juguetes y empacarlos.
-¿Cómo fue el paso por Antofagasta Vijieto, los niños que se encontraron con usted?
-Acá en Antofagasta visité 90 hogares, que son las casas de los niños que me mejor se han portado.
Tengo que decir que hay algo que me llamó mucho la atención. En Antofagasta no tuve que entregar tantos regalos como en años anteriores, pero sí me tocó compartir muchas cenas familiares y eso lo encontré muy bonito porque al fin y al cabo de eso se trata la Navidad, de compartir, de estar en familia de ser felices.
El Viejito Pascuero, quien estas fechas fue también invitado al matinal Mucho Gusto de Mega, agrega un mensaje esperanzador: "Me llamó mucho la atención que no había tanto materialismo, sino que más bien, mucha unión familiar. No te olvides que la Navidad es el único día del año que tiene algo muy especial, como por arte de magia nos permite perdonar y olvidar el rencor. Es la única fecha en la que nuestros brazos pueden ser tan grandes que podemos abrazar a una persona aunque esté en el otro extremo del país y sentirlas en nuestro corazón y es ahí donde está la magia".
-Oiga y ¿Qué le dijeron los niños o las personas a las que visitó?
-La verdad es que estaban todos muy contentos. Me tocó ver muchos ancianitos este año y seguían tan revoltosos como cuando pequeños.
Pero por sobre todo, me tocó ver casos de niños extranjeros que pedían paz y amor para sus países de origen. Pequeños venezolanos de 10 años que pedían que por favor todo mejore en Venezuela o niños colombianos que hablaban de hacer alto a la guerrilla.
Muy honestamente, me estremeció el nivel de conciencia de los pequeños y sus deseos tan nobles, que son deseos que todos deberíamos pedir, tener más conciencia mundial, más conciencia de nuestro prójimo. Antofagasta es una ciudad llena de inmigrantes y no podemos hacernos los ciegos, ni tampoco discriminarlos. Si tenemos visión y podemos compartir los mismos anhelos que tienen ellos, entonces estaremos construyendo un mundo más justo.
Por último y antes que vuelva a su descanso antes de preparar todo para la próxima Navidad (sí, un año de preparación), el Viejito Pascuero recalca: "me resta desearles a los amigos de Antofagasta que este año esté lleno de paz y amor, que las metas de todo el mundo se logren concretar para que tengamos una nación más unida".