Cartas
Autoayuda
Está repleto de libros de autoayuda, de autores que los escriben, de editoriales que los publican y de lectores, lo cual siempre me llamó la atención, no porque crea que las personas no necesitamos ayuda, sino por lo contradictorio del concepto mismo. Auto-ayuda. Si uno necesita ayuda es porque, supongo, en cierto momento no se basta a sí mismo, no puede solo. Ya lo cantaban los Beatles en los sesenta: "Help! I need somebody / Ayuda, necesito a alguien". Y encima, continuaba la letra, "no a cualquiera". A alguien en concreto, de carne y hueso. Porque si algo necesitamos es justamente al otro. Aquí. Al lado. Para ser dos, tres o más. Para ganar fuerza mediante la unión. Pero en tiempos conformistas e individualistas como los que corren, fomentados por el uso de smartphones, de Internet -o sea, de lo virtual o mecánico en lugar de lo humano-, del abaratamiento de costos en las empresas a costa de los empleados, en suma, en tiempos de un capitalismo desbocado (no hace falta más que ver a su desbocado adalid, Donald Trump), parece perfecto para conseguir controlar desde el poder a los ciudadanos el mensaje de "ayúdese usted mismo". Así nos vamos haciendo a la idea, si es que ya no hemos sucumbido a ella, de que no nos van a ayudar ni que debemos ayudarnos entre nosotros.
