Empleo informal
Las recientes cifras del INE respecto a que 2,5 millones de personas trabajan en un empleo informal en Chile son, sin duda, una mala y preocupante señal en materia de protección y seguridad social, y una amenaza cierta para nuestra economía.
La Ley 20.123 que da un marco normativo a los Servicios Transitorios (EST) apunta, justamente, a combatir y regularizar las relaciones informales de trabajo, ya que en este modelo se pagan íntegramente las cotizaciones previsionales y el sistema de Salud (FONASA o ISAPRE), al igual que en cualquier empleo con contrato formal de trabajo.
Si bien dicha norma tiene más de 10 años de vigencia en Chile, todavía no es lo suficientemente conocida y, al compararla con la realidad de las economías más desarrolladas, podemos señalar que aún está bastante subutilizada por las organizaciones. No hay que olvidar que al "formalizar" las relaciones laborales, y por tanto productivas, la autoridad puede fiscalizar, obtener data actualizada y oficial, y también implementar políticas públicas que impacten positivamente a una mayor población.
De esta manera, los jóvenes que por lejos son los que tienden a tener empleos más "precarios" o "informales" (sin protección social) serían por tanto los más beneficiados, pues trabajar a través de este sistema les permitiría insertarse en el mercado laboral formal. Lo mismo podría decirse para el creciente número de inmigrantes que están llegando al país y que, muchas veces, pueden sufrir malas prácticas laborales.
Las Empresas, por su parte, contarían con una potente herramienta de selección de personal, puesto que al contratar servicios transitorios tienen la posibilidad de conocer en la práctica al joven, técnico o profesional y por un período de tiempo acotado, entre otros beneficios.
Andrés Cardemil O.
CEO HumanNet Consultores
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