Habla el ex alcalde que detuvo la filmación de James Bond: "No me arrepiento"
A 10 años de meter su automóvil a la filmación de "Quantum of Solace", parar la película de Daniel Craig y, de paso, dar una noticia que dio la vuelta al mundo, Carlos López dice que todo fue porque la producción no gestionó la locación.
"Arrepentirse de qué, si lo que tratamos de hacer es velar por los derechos de la comunidad y de la municipalidad".
Hace exactamente 10 años que Carlos López Vega, entonces alcalde de Sierra Gorda, tuvo una ocurrencia. En ese abril de 2008 Chile era parte de las locaciones de "Quantum of Solace", la segunda película que hacía Daniel Craig como James Bond. Casi toda la cinta trata sobre las peripecias de 007 en el desierto boliviano, pero por alguna razón los productores decidieron grabar en la desértica comuna. De la nada, surgió un arranque nacionalista de lado y lado: si en Baquedano hizo aparecer muchas banderas chilenas y gente bailando cueca, en Bolivia el gobierno protestó porque la película los estigmatizaba como un lugar "de narcotraficantes".
Pero López, dice, estaba molesto por otra cosa.
Todavía faltaba para el mediodía cuando el alcalde vio la solución a su rabia en el acelerador de su Honda Accord. Lo puso a fondo y se metió sin permiso al set donde estaba grabando el agente con licencia para matar, en medio de la filmación.
En unos minutos estaba detenido.
El texto que llegó a la fiscalía decía lo siguiente: "El día 01 de Abril del año 2008, a las 11:25 horas, el imputado Carlos Enrique López Vega, sorprendido por Carabineros en el recinto ferroviario s/n, quien sin causa ni motivo alguno, llega en su vehículo a gran velocidad descendiendo del móvil y gritando a viva voz y exigiendo el permiso para ingresar".
Saboteando a 007
Hace tiempo que Carlos López ya no es alcalde de Sierra Gorda. Asegura que recuerda poco de lo que pasó el día en que retó a Daniel Craig, pero que lo de meterse a parar la filmación de "Quantum of Solace" porque el país aparecía como territorio boliviano "no fue tan así".
-Nunca se pagaron los derechos de locación a la municipalidad. Entonces ése es el trasfondo, lo que pasa es que se mezcló justo con el tema boliviano- explica.
Según cuenta, la producción internacional gestionó con el Gobierno la grabación de la película en Sierra Gorda, pero que apenas les ofrecieron 300 mil pesos a la comuna. Un cable de Televisión Española dice que el alcalde rechazó la plata.
-Lo que pasa es que se saltaron varios conductos regulares del tema, ni siquiera pasó por nosotros la filmación de la película- recuerda Jorge Morbach, entonces concejal.
Morbach dice que fue el único concejal que estuvo presente cuando a Carlos López se le ocurrió la idea de ir a tirarse con auto y todo a la filmación de 007. El equipo estaba filmando cerca de la tornamesa de la histórica estación ferroviaria que unía las líneas por donde pasaba el tren de Antofagasta a Bolivia y la de Iquique a La Calera.
Ahí fue cuando, según Morbach, López le dice que se suba al auto. No lo siguió. En la prensa de entonces, el ex alcalde comentaba que le molestó que Carabineros hayan estado tan "exacerbados" cuidando la producción de 007. Ese año, Carlos López dijo que habían expulsado a los periodistas que estaban pendientes de la filmación y que más encima le cortaron el único camino que tienen los pobladores de Baquedano para entrar y salir del pueblo.
El auto se metió por lugares que López ya ubicaba de antes. "Era el alcalde, quién mejor que yo conocía la comuna", dice. En eso, terminó dentro del set.
-¿Hasta dónde pretendía llegar? ¿Hablar con la gente de la producción?
-Fue lo que hice.
La causa
Quiéralo o no, la arriesgada maniobra que parecía sacada de las mismas películas hizo aparecer el pueblo de Baquedano en otros puntos del planeta. Ni para mejor ni para peor: sólo detallando el incidente. Hasta el Telegraph de Londres le dedicó unos párrafos del airado alcalde culpando a la policía. "'En un poblado de 1.000 personas, mandar fuerzas especiales, carros lanza agua y prohibir a la gente salir a las calles, me recordaba los peores tiempos de Pinochet'", dijo a la agencia noticiosa Reuters.
Ese día el hombre terminó en la Tenencia de Baquedano. En la prensa se copió la frase "Cuando me vio, James Bond salió arrancando". Carlos López le echa la culpa al "sensacionalismo de la prensa" porque, según él, no salió arrancando. Que había una seguridad muy "férrea" para los ciudadanos ingleses y que por seguridad, Daniel Craig y su equipo se movieron rápido de ahí.
Como sea, el caso terminó en la justicia, pero el tema quedó en absolutamente nada. El principio de oportunidad comunicado por Patricio Martínez Felip, fiscal adjunto de Antofagasta, detalla: "El Ministerio Público estima que los hechos indicados no comprometen gravemente el interés público, la pena mínima asignada al delito no excede la de presidio o reclusión menores en su grado mínimo, y no se trata de un delito cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones".
Así como el recuerdo de una de las historias más extrañas de finales de la década pasada se fue diluyendo en el olvido, el tema judicial por la irrupción de Carlos López también terminó así. Nadie pidió el cierre definitivo, hasta que en 2014 la causa se archivó automáticamente.
A una década de lo ocurrido, el ex alcalde insiste que la producción de la película nunca gestionó la locación con la municipalidad. Y aunque el automóvil y el enojado edil dio la vuelta al mundo, la película se hizo igual. "Para algunos fue una choreza, para otros un error", dice.
-¿No se arrepiente de lo que hizo ese día?
-No, no me arrepiento.