El 28 de enero de este año los vecinos del campamento Sol y Luna, ubicado en el sector centro norte de la ciudad de Antofagasta, inauguraron un parque con juegos que ellos mismos construyeron con la ayuda de un grupo de voluntarios de Techo Chile.
La intervención del espacio fue por una razón bastante simple para los vecinos y es que se estaba convirtiendo en un microbasural.
"Fueron ocho días de trabajo en que toda la comunidad junto a los chicos de Techo trabajamos en la construcción de este parque", comentó Marcela García, dirigente del campamento Sol y Luna.
Proyecto
García explicó que la construcción lo hicieron gracias a que ganaron un proyecto de Fundación Minera Escondida. "Nos ganamos cerca de dos millones de pesos y de todo ese dinero nosotros pusimos el 10 por ciento para complementar como compromiso más el trabajo de toda la gente".
Marcela contó que el espacio en donde ahora está el parque estaba vacío y la gente de otros lugares iban a botar los escombros.
"La gente venía a botar su basura, electrodomésticos, colchones y muchas otras cosas, entonces lo que nosotros hicimos fue pensar en qué hacer para mantenerlo limpio y se nos ocurrió hacer el parque para los niños", expresó.
Parque
El parque cuenta con juegos para los más de 36 niños que viven en el campamento, además de otros que viven en los alrededores y que utilizan el espacio.
"La empresa que estuvo atrás de nosotros haciendo las piscinas aluvionales nos ayudó con máquinas y con arenas a rellenar el espacio. (...) Después de haber ganado el proyecto fuimos a cotizar el material y de ahí seguimos con todo el proceso de la construcción de los juegos", manifestó.
La construcción del parque fue en base a materiales de fácil acceso como maderas y neumáticos que fueron pintados para darle más color al lugar.
"En un principio el parque tenía horarios, entonces estaba abierto cada cierta hora pero nos dimos cuenta que los niños igual querían pasar un rato ahí después de clases así que lo dejamos abierto. (...) Además que por aquí pasan chicos de otras poblaciones e igual les gusta jugar... el parque es para todos, mientras sea utilizado como un lugar de recreación", expresó Marcela.
Integración
Para Yeydy Ramírez, vecina del campamento, la construcción del campamento ha sido muy beneficioso para los que viven ahí, sobre todo para los más pequeños.
"Nosotros no sabíamos cuantos niños vivían en el campamento, pero con esto nos dimos cuenta que son hartos y que necesitaban un espacio donde reunirse para jugar y recrearse", comentó.
Además señaló que esto les ha ayudado para inculcar a los más chicos el cuidado con los espacios públicos así como también el mantener limpio su entorno.
"Cada quince días hacemos limpieza en el parque y los alrededores para que los niños estén en un lugar limpio y ordenado, aún así igual hemos tenido algunos problemas con gente de afuera que dejan basura", dijo Yeydy.