Redacción - La Estrella de Antofagasta
"Nos da mucha pena, porque no esperábamos esto nosotros, si ya habíamos aportado tantos antecedentes".
Con esas palabras resumió ayer Alexis, hermano del asesinado empresario computacional Aliro Alberto Alvarez Armijo, el sentimiento de su familia frente a la resolución de la Corte de Apelaciones de Antofagasta, que el jueves absolvió a Israel Gilberto Álvarez Tapia.
Este había sido condenado en primera instancia a 20 años de presidio como autor del homicidio calificado del joven, que desapareció la noche del viernes 13 de julio de 2001, a los 29 años. Sin embargo, en fallo dividido, la Segunda Sala del tribunal de alzada revocó la sentencia al considerar que no existen antecedentes de prueba para responsabilizar al acusado.
Además, el tribunal de alzada revocó la indemnización civil de 100 millones de pesos por el daño moral a los familiares de la víctima.
Frente a ello, Alexis Alvarez anunció que interpondrán un recurso de casación, "para ir a la Corte Suprema. Vamos a insistir hasta el último... sabemos que él asesinó a mi hermano". Junto a ello, insistió en que Alvarez Tapia "había cambiado tantas veces las versiones. Siempre tuvo y le pillaron todas las fachadas que tenía".
Agregó que lo ocurrido era una injusticia y que "el tema se trató mal de un principio. La investigación causó sus estragos, porque fueron muchos policías de Investigaciones dados de baja, de la Brigada de Homicidios. Se perdió unas prendas de Aliro; se perdieron unos huesos. El cadáver venía sin una mano", aseguró Alexis.
Defensa
El abogado defensor de Israel Alvarez, Aquiles Cerda, explicó en tanto que lo resuelto lo toma con satisfacción, pero con cautela, y que "en gran parte se acogieron los argumentos que yo aduje para que se revocara la sentencia".
Además de insistir en la inocencia de su representado, precisó que hubo muchas aristas del caso que conducían a otras teorías y que no se profundizó en ellas. "La primera y a mi juicio la más seria, es la declaración del expolicía que vio pasar a Aliro en un vehículo", dijo respecto al testimonio de un carabinero que aseguró haber divisado a la víctima en las afueras de la municipalidad, días después de su extravío.
También repasó otras hipótesis principales que nunca se investigaron, como la declaración de la garzona de un café que lo vio solo después de las 22 horas, la muerte de Rosalina Cuéllar y las llamadas telefónicas "que aparecieron en el sur (...) cosas tan extrañas, que nunca se investigaron".
Al igual que la familia de Aliro, recordó que hubo pruebas que se perdieron en la PDI y expulsaron a funcionarios "y eso nunca se pesquisó como correspondía". Dichas evidencias -dijo- eran valiosas para ambas partes.
"A nosotros, en el fondo, se nos cargó la prueba", aseveró, añadiendo que un punto que no se investigó tampoco es que se pudo confundir a Aliro con Israel y que este último era el real buscado por deudas con un prestamista. Entre otras aristas del caso, también recordó "que Aliro en su trabajo puede que haya descubierto alguna información privilegiada".
Respecto al cambio de versiones de Israel a lo largo de la investigación, lo explicó indicando que eran "cosas que sabía y que no sabía y después empieza a atar cabos. Ahora, si eso fuese así, para qué volvió" en forma voluntaria. El profesional afirmó que aún resta la casación, por lo que no está todo dicho y que su defendido está tranquilo y trabajando en Antofagasta.