Las impresionantes obras del repujado en cobre
Myri Gardiles dedica gran parte de su tiempo a realizar trabajos con esta técnica, la cual tiene un alto grado de dificultad.
Cristian Puebla H
El repujado en cobre es una técnica muy hermosa, que tiene bastantes detalles, y quienes la trabajan deben tener mucha paciencia para conseguir un gran resultado. Tanto el cobre, así como también el aluminio, son metales blandos, lo que permite manipularlos y adaptar formas con cierta facilidad.
En el norte hay personas que se dedican a este oficio, pero el caso de Myri Gardiles tiene una particularidad. Cuenta que desde que tiene recuerdos le fascina todo lo relacionado con el cobre, "siempre vi trabajos en soldaduras, pinturas, tallados, pero personalmente me llamó mucho la atención cuando observé a un artesano como podía plasmar imágenes maravillosas en esas láminas. Recuerdo que lo hacían con cincel y con calor, pero después cuando lo conocí me enseñó la técnica del repujado que era mucho más manual", cuenta Myri mientras prepara sus implementos para empezar la nueva creación que le encargó un amigo.
Lo primero, señala Myri, es hacer el dibujo sobre la lámina de cobre, para luego darle un relieve. Posteriormente se forma una figura, y con diferentes tipos de técnicas se aplica el entintado.
"Después de todo eso yo les doy un trabajo de oxidación para que puedan tomar una gama de colores, o también se ocupan algunas pastas especiales para envejecerlo... El tema del relieve le da el encanto al trabajo, ahí está la diferencia y el sello de cada uno", aseguró.
Inicios
Myri, oriunda de Vallenar, recuerda que el arte del repujado lo aprendió hace unos diez años, gracias a una persona que vivía en la Región de Atacama y también viendo programas de televisión donde mostraban este trabajo. "Soy autodidacta, me gustó y empecé a practicar. Al principio no me salían bien las cosas, pero con mucha paciencia y práctica empecé a pulir la técnica hasta llegar a realizar trabajos de distintas dificultades".
Dentro de estas mayores complejidades está el oxidado, ya que se trabaja con diversos productos químicos. "En ocasiones se corroe mucho el metal y la lámina se destruye, y eso pasa bastante cuando recién estás trabajando la técnica, pero con la experiencia uno aprende a dominar el tema de la oxidación del cobre".
Tiempos
Otro tema importante se relaciona con los tiempos de trabajo. Myri cuenta que todo dependerá del grado de dificultad del diseño y la variación de colores.
"Generalmente uno se puede demorar entre tres y cuatro días. El envejecido, la oxidación y el pulido son lo último antes de enmarcarlo... Ahora si el diseño tiene grados de complejidad, uno puede demorarse hasta una semana por el tema de los detalles, que es donde se diferencia la calidad del artista".
Mientras avanza en su obra, que ya empieza a tomar forma, Myri cuenta que la gente en Chile no compra mucho arte, pero quienes sí desean tener uno de estos cuadros la buscan por las redes sociales. "Allí me consultan y los piden por encargo. Me dan el tema y yo aplico la creatividad para desarrollar lo que el cliente tiene en mente. Me gusta mucho hacer cuadros personalizados, ya que nunca hay algo repetido, siempre tendrá un toque diferente, alguna particularidad que lo identifique con quien lo está solicitando".
cristian.puebla@estrellaantofagasta.cl