Actividad física, el mejor panorama

Diversas investigaciones exponen los beneficios de la práctica regular de la actividad física para el cuidado de la salud y la calidad de vida. Sin embargo, y de acuerdo con últimos indicadores, como país tenemos niveles alarmantes de sedentarismo, ya que un 81% de los jóvenes de 11 a 17 años no realizan actividad física. La responsabilidad de combatir el sedentarismo es un compromiso de todos y debemos trabajar diversas entidades para generar planes de acción que estimulen esta práctica. Las políticas nacionales deben buscar solucionar esta tendencia, ocupándose también de disminuir las desigualdades de acceso a los servicios y espacios para la práctica de actividades, y aportando al conocimiento sobre los beneficios y el acompañamiento adecuado de la actividad física. Para ello, debemos crear una sociedad activa, efectuar y facilitar periódicamente actividades de participación masiva en espacios públicos y forma a profesionales para actuar y educar en este ámbito.

Sabemos que la actividad física aporta al fortalecimiento de huesos y músculos -lo que es imprescindible para los niños en pleno desarrollo-, mejora las habilidades motoras, fomenta la sociabilización y refuerza las defensas del organismo.

Comida

Señor director:

Como toda ciudadana, pertenezco al porcentaje de las personas que ha estudiado en una escuela pública. Me he dado cuenta que en la mayoría de las escuelas o liceos se desperdicia demasiada comida, y como muchos estudiantes de básica y media solo asisten a éste cuando se les apetece y hay comida que les gusta. Existen estudiantes que de verdad merecen este beneficio, pero algunos establecimientos se les da el favor a los que no lo necesitan y no aprovechan la comida.

Esta situación tiene un gran impacto negativo sobre las personas interesadas en el tema. Según algunos estudios, las comidas más desperdiciadas son aquellas que contienen proteínas y minerales (vegetales y frutas), las más consumidas son las que contienen frituras y de postres dulces como flan, gelatina, yogurt, etc.

Creo que las frutas que sobran deberían recolectarlas, ya que aún sirven. No porque tengan unas manchas significa que estén malas, se pueden guardar hasta mañana y no botarlas.

Esto me parece una injusticia muy grande con aquellas personas que de verdad merecen ese desayuno, almuerzo y colación. Algunos estudiantes que reciben la colación la botan o simplemente no la van a buscar. Creo que las escuelas deberían hacer que los niños tomen valor a lo que desperdician, que nada de eso es gratis y educarlos a que si piden algo y lo obtienen que lo deben valorar.

Belén Castillo Peñaloza