Cartas
Parlamentarias
Señor director:
Hace días se supo del rechazo al proyecto que permitía la expulsión de extranjeros del país, que fue un balde de agua fría para millones de chilenos, y donde una de las firmantes fue la diputada por Antofagasta, Marcela Hernando. Con esto no se podrá expulsar a nadie.
Queda de manifiesto el doble estándar de la diputada, porque aquí dice una cosa y después sale con esto. Junto a ella votó la izquierda, Frente Amplio, PPD, DC, P. Socialista y por supuesto el partido Radical. Entonces, cualquier reclamo por delincuencia acudir a ella.
Ahora se sabe que se rechazó también el proyecto de ley que aumentaba y endurecía las penas para los delitos de cohecho y soborno, y que evitaba la impunidad de los autores de estos delitos. Los parlamentarios que rechazaron este proyecto para que quede tal como está, son Andrés Allamand (RN), Víctor Pérez (UDI), Felipe Harboe (PPD), José M. Insulza (PS), Jorge Alessandri (UDI) y Paulina Núñez (RN). Todos estos parlamentarios echaron por tierra este proyecto.
Da pena, rabia e indignación que a parlamentarios que se les paga millones de pesos de sueldo para que trabajen en pro y para la gente, que deberían tener un comportamiento intachable y luchar contra la corrupción y otros delitos, hagan esto.
¿Qué se saca con tener 1, 2, 3, 4 y 5 parlamentarios por esta región, si de todos no se hace ninguno? A tener en cuenta para futuras elecciones, y por favor vayan a votar de una vez por todas. Y a las diputadas Paulina Núñez y Marcela Hernando, sus sueldos los pagamos todos, tengan dignidad y honorabilidad en sus acciones. De nada valen las sonrisitas en cámara si por detrás están engañando a miles de personas.
Atte.,
Juan Bennett
Mujer
Señor director:
Madre del niño de Dios, Jesús
Un 24 de diciembre en Belén
Junto a ella la mujer que nos dio el ser
Es también madre de nuestros hijos
Rompió esquemas participando.
Bondadosa y eficiente en guerra y en paz
Es la patrona del Ejército
La veneran las Fuerzas Armadas
Luz divina en todas partes
Amante de toda la humanidad.
Jorge Raúl Díaz Pacheco