Lactancia materna: alimentación y amor desde el primer día de vida
Desde el pasado miércoles hasta hoy se extendió la conmemoración de la Semana de la Lactancia Materna a nivel mundial. La matrona antofagastina, Dániza Siede, explica sus beneficios y revela la verdad sobre sus mitos.
Desde el miércoles 1 y hasta el martes 7 de agosto, se conmemora la Semana Mundial de la Lactancia Materna, uno de los procesos más importantes tanto para la madre como de los bebés.
Mucho se ha hablado del tema, pero también eso ha llevado a la aparición de variados mitos. Para despejar dudas, la antofagastina y matrona de neonatología, además de asesora de lactancia por Edulacta España, Dániza Siede (en la fotografía central de la página nueve) entregó una serie de recomendaciones.
"La lactancia materna es muy importante no sólo nutricionalmente hablando. Para el niño o niña significa contención, protección, amor, apego; es un momento único de conexión entre la madre y su hijo, ayuda a su desarrollo neurológico y al establecimiento de relaciones afectivas sanas", señala la profesional.
Además, añade que "las ventajas de la leche materna por sobre las fórmulas lácteas son innumerables, partiendo desde la base de que la leche materna es un fluido vivo. Es decir se adapta según las necesidades de cada niño. Cada madre produce la leche que su hijo necesita y éste se alimenta según su necesidad, sin horarios ni cantidades establecidas, lo que en el futuro disminuye la probabilidad de sufrir enfermedades como la obesidad y otras patologías metabólicas asociadas a ésta. La protección inmunológica que ésta le proporciona al recién nacido es importantísima ya que el neo nato cuenta con un sistema inmunológico inmaduro".
Existen algunos casos en los que las madres tienen ciertas complicaciones para amamantar. Uno de los argumentos utilizados es "no me sale suficiente... sale poca leche", o bien porque el bebé no sabría ubicar el pezón.
Frente a ello, la joven profesional explica que "lo más importante en este caso es que la madre se empodere de su rol y tenga plena seguridad de que ella podrá producir la alimentación suficiente para su hijo. Es muy cierto eso de que 'no existiríamos como especie si nuestros pechos fallaran tan seguido como nos han hecho creer'".
"Punto importante es el acople precoz del recién nacido al pecho de su madre, sin importar si ha nacido por parto normal o cesárea. El estímulo precoz es fundamental además de la frecuencia en que ponemos al bebé al pecho, ya que esto es una señal para el cuerpo de que el niño o niña se están alimentando frecuentemente. Son casos muy puntuales los que necesitan una ayuda mas especializada. Lo importante es que el agarre sea el correcto, es decir el bebé debe agarrar no sólo el pezón si no además la areola. De esta forma extrae la leche como corresponde y no producirá dolor ni heridas en el pecho de su madre. Importante: ¡la lactancia no duele! Si esto ocurre hay que corregir la técnica", añade.
Alimentación
Siede específica que por lo menos durante los seis meses de vida el pequeño debe recibir leche de su madre con libre demanda y de manera exclusiva (sin ningún otro alimento o líquido).
Esto porque el "es el niño o niña el que va regulando su alimentación según su necesidad. Poner horarios y tiempos para cada toma puede disminuir la producción de leche. La leche se adapta a las necesidades de cada niño e incluso cambia su composición en la misma toma. La leche que sale al comienzo de la toma es rica en lactosa, la cual es el azúcar que produce un efecto tranquilizante en el niño y la que sale al final es más rica en grasa, lo que tiene un efecto saciante y finalmente lo hará subir de peso. Es por eso que no se recomienda ponerlo al pecho mirando el reloj ya que el bebé es el que sabrá cuando ya es suficiente".
Otro de los puntos interesantes es la alimentación que debe tener la madre en periodo de lactancia y contrario a lo que se pensaba, la matrona señala que no se debe privar de ningún alimento. A menos que el bebé sea diagnosticado con algún tipo de alergia alimentaria. Si así fuese, lo recomendable es llevar una dieta balanceada a base de frutas, verduras, legumbres y otros alimentos.
"Es frecuente escuchar que la madre debe evitar alimentos que la 'hinchen' ya que esto también pasará al bebé, pero la verdad es que esto no pasa a través de la leche, por lo que no significa un problema para el niño. Al igual que la ingesta de líquido debe ser según la necesidad de la madre ya que el tomar mas agua sin necesidad, no significa más producción de leche. Debemos aclarar que no hay alimentos que 'ayuden' a producir mas leche, lo único que tiene este efecto es la succión del niño, buen acople, frecuencia y vaciamiento son la clave para una lactancia exitosa".
"En cuanto al consumo de alcohol, tabaco y drogas, están completamente prohibidas durante este periodo, ya que pasan a través de la leche materna al niño lo que es completamente perjudicial", explica.
Tras los primeros seis meses de vida, la Organización Mundial de la Salud recomienda alcanzar los dos años de alimentación con lactancia materna (complementando con otros alimentos). "Luego de esto hasta que la madre y el niño lo deseen, procurando siempre que el destete sea respetuoso sin utilizar métodos traumáticos para el niño o la madre", dice en cuanto al periodo de finalización.
Desmitificando
Los datos sobre lactancia son ampliamente conocidos, pero aún existe el problema de aquellas madres que no quieren amamantar. Según la profesional, esto se debería a varios mitos que se han masificado, por lo que señala:
-El tamaño de los pechos: se da principalmente por el tejido adiposo que estos tengan. La glándula mamaria que es donde se produce la leche es muy similar en todas las mujeres, por lo que todas tenemos la misma capacidad de producir leche.
-¡El calostro sí alimenta!: No es agua, es la leche del recién nacido, que se produce los primeros días luego del parto. Tiene un valor inmunológico y nutricional importantísimo, ya que ayuda a reforzar el inmaduro sistema de defensas del bebé y aporta los nutrientes que el recién nacido necesita en esta etapa. Se produce en pequeñas cantidades ya que el estómago del bebé tiene una capacidad reducida aún.
-Rellenos en la noche: No se deben dar. Ésta es una costumbre muy normalizada ya que se cree que al dar un relleno de leche de vaca al bebé en la noche esto lo hará dormir mejor.
Lamentablemente éste es uno de los más perjudiciales para la lactancia ya que es en la madrugada cuando la prolactina -que es la hormona encargada de la producción de la leche- alcanza su peak y garantiza la producción para el día siguiente. Al darlo el niño o niña no pedirá alimento por lo que no habrá estímulo, pero tampoco garantiza que éste no despierte, ya que el sueño es un proceso madurativo que no tiene relación con el apetito.
-"La leche materna es aguada o no está alimentando": La leche materna siempre va a alimentar. Si tenemos un niño que se acopla bien al pecho materno, libre demanda y de forma frecuente, no tendrá problemas. Debemos tener claro que un niño que se alimenta sólo con leche materna, probablemente no tendrá la ganancia de peso como uno que se alimenta con leche de vaca, sin que esto signifique un problema.
Por el contrario, muchas veces me ha tocado escuchar a madres que alimentan a sus hijos con leche materna de forma exclusiva y estos se encuentran "obesos", por lo que el profesional de la salud decide ponerlos a "dieta" estableciendo horarios y tiempos de toma. Eso no es correcto, ya que merma la producción de leche. Este sobrepeso no es perjudicial para el niño, ya que éste se normalizará una vez que comience a tener más actividad física, gatear y caminar.
-La lactancia materna no deja afuera al padre: Un padre informado es determinante en el éxito de la lactancia ya que puede ser un proceso muy agotador para la madre y el apoyo del progenitor es fundamental: actuar como un guardián de este proceso, dándole tranquilidad a la madre para que lo haga, proporcionar un ambiente adecuado, alimentar a la que alimenta, hacerse cargo de labores domésticas y de los hermanos si es que los hay, además de mantener los comentarios y actitudes que no aportan, lejos de ella.
-No se deben dar aguas de ningún tipo al lactante: ni si quiera de alguna "indefensa hierbita" como el orégano, ni anís de estrella, ya que este se ha demostrado que puede tener un efecto neurotóxico en los niños. La lactancia materna cubre todas las necesidades nutricionales y de hidratación que el niño o niña necesita.
"Es importante es decirle a las madres, padres y sus familias que se informen sobre lactancia, que confíen en nuestra naturaleza mamífera, siéntanse seguras de su cuerpo y su capacidad de alimentar a su hijo.
Si el proceso está siendo complicado busque ayuda especializada y ojalá pueda identificar al profesional de la salud actualizado en el tema".