Especies vegetales en peligro serán conservadas para que no se extingan
Medio Ambiente abrió licitación para conservar su material genético. Hay plantas tan frágiles que ya casi ni quedan, como ladalea azurea: quedan 180 en el mundo. ¿La principal amenaza de su sobrevivencia? El cambio climático.
Entre los cerros y las quebradas de Paposo, donde el desierto cede para dar paso a la vegetación, los manantiales y la camanchaca eterna, está el hábitat de varias especies que solamente se dan allá. Tan frágil es ese ecosistema, que hay flores como la dalea azurea, una planta de hermosas hojas azules de la cual van quedando solo 180 en todo el planeta.
Por lo mismo, el Ministerio de Medio Ambiente encontró 91 especies de flora que tienen su hogar entre Arica y el Parque Nacional Pan de Azúcar, en el límite de las regiones de Antofagasta y Atacama. Como tres cuartos de esas flores y plantas tienen su conservación amenazada, se puso en marcha el Plan de Recuperación, Conversación y Gestión de la Flora Costera del Norte de Chile, con el cual quieren conservar guardando su material genético en un banco de semillas, para así replantarlas y evitar su extinción.
Según Roberto Villablanca, encargado de Recursos Naturales de la seremi de Medio Ambiente, crear un área protegida para estas especies no es suficiente, por lo que se recomienda que se guarde el material vegetal. "En caso que se extingan del medio natural, tú las tienes conservadas en estos bancos para propagar ejemplares y en un futuro próximo poder reintroducirlos", dice, dando otro ejemplo: del Michay de Paposo (berberis litoralis) no quedan más de 50 ejemplares, al norte de Taltal.
Si bien el plan completo es de 9 mil millones de dólares para trabajar durante 20 años, en la Región de Antofagasta ya están aprobados $360 millones a cargo del FNDR para empezar la primera parte del proyecto, que es recuperar las plantas en peligro. La licitación se abrió la semana antepasada para los bancos de germoplasma interesados, y cierra el 20 de septiembre. En el caso del resto de las regiones, se está en conversaciones para que ellos puedan optar a recursos y rescatar sus especies vegetales.
Peligros
De acuerdo al estudio de la seremi, el cambio climático es una alta amenaza para la preservación de estas especies. También influyen las actividades productivas a gran escala, el turismo y las actividades motorizadas fuera de la ruta, la expansión urbana, las obras civiles e incluso la extracción de la flora para fines comerciales o por coleccionistas. En menor medida, también les afecta el aumento de los hervíboros nativos o las actividades productivas en
pequeña escala.
En el aspecto del cambio climático, Roberto Villablanca apunta a la menores (pero intensas) lluvias en ese sector, lo que hace que no se aproveche totalmente el agua caída. "Hay cambios en la neblina costera, es menos densa, por lo tanto se produce un alto estrés hídrico en las plantas, terminan muriendo por falta de agua, que es el sustento principal de la vegetación", señala.
Por otro lado, desde 2007 que Medio Ambiente viene conservando material vegetal de las plantas de la zona en el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) de Vicuña. Hasta ahora se han conservado más de 50 especies, y hace tres años que se ejecuta la reintroducción de tres especies en el Cerro Mirador de Paposo. "Ahí tenemos 300 plantas de estas especies que superan las que tenemos por medio natural en las quebradas", explica Villablanca, señalando que allá hay ejemplares de la dalea azurea, la dicliptera paposana y la senna brongniartii.
$360 millones fueron aprobados por el FNDR para la licitación del proyecto de conservación.