Fervor y devoción se vivió en la fiesta de Asunción de la Virgen
En Mejillones esta festividad religiosa se realizó durante el fin de semana y a gran escala. La organización estimó en cinco mil personas las que llegaron hasta la comuna costera, para mostrar su entrega a la madre de Jesús.
Muchos dicen que en el norte se vive un ambiente de devoción importante, algunos hasta lo califican como "distinto" a otras latitudes del país, en donde el fervor logra traspasar las fronteras regionales.
Prueba de ello son festividades propias de la zona como por ejemplo, la más masiva, La Tirana. La festividad a la Virgen de Guadalupe de Ayquina es también una parada obligada para los fieles católicos durante los primeros días de septiembre.
Y existe otra importante festividad dedicada a María, la madre de Jesús, que tiene igual de importancia para los devotos de Mejillones. Es el caso de la festividad de Asunción de la Virgen, misma que de acuerdo al calendario litúrgico corresponde al 15 de agosto.
Si bien en todo el país es feriado de acuerdo a las fiestas católicas y se realizan misas solemnes en honor a esta fecha, en Mejillones es parte de una tradición a través de los años, con un festejo a gran escala.
Antiguamente se trataba de la versión en Mejillones de la Fiesta de la Virgen del Carmen de La Tirana, conocida como "La Tirana Chica", pero con los años se transformó en una celebración dedicada a la Asunción de la Virgen.
¿Qué es lo que se celebra en sí en esta festividad? En ella, los feligreses festejan con devoción y fervor, cómo María fue llevada hacia el Cielo, según la tradición de la Iglesia.
Esto corresponde a un dogma de fe, es decir, una afirmación que no amerita discusión, y que fue declarada por el Papa XII el 1 de noviembre de 1950.
(María) "luego de su vida terrena, fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial", es parte de dicha declaración dogmática.
La celebración
"Yo vengo del pueblo de Punitaqui, de la Cuarta Región, a bailar acá y bailo por devoción a mi Madre. La devoción se lleva en el alma y en el corazón", decía una de las danzantes representantes del baile religioso de Indios Tobas a Mejillones en Terreno, uno de los medios de comunicación que transmitió a través de Facebook y para todo el mundo este evento.
En total fueron 21 bailes religiosos de diversas comunas los que llegaron hasta Mejillones para ser parte de la festividad, aumentando en un 50% esta convocatoria.
Durante los tres días del reciente fin de semana los mejilloninos y nortinos en general pudieron disfrutar de una fiesta religiosa, que en su peak más alto llegó a reunir a más de cinco mil personas.
Todo comenzó el viernes con el ingreso de los fieles a las dependencias de la empresa ferroviaria FCAB, donde se celebró una misa en la capilla Nuestra Señora de Lourdes. Dicho momento causó emoción para los habitantes mejilloninos, ya que por primera vez en alrededor de 35 años, este recinto religioso abrió sus puertas para recibir a la comunidad.
"Ahí participaron como 400 personas, junto a la asistencia del alcalde Sergio Vega. Trajeron la Virgen y fue súper emotivo. La gente también pudo recordar momentos, como quienes se casaron ahí o ver las reliquias. Se hizo la custodia de la Virgen también con la Segunda Compañía de Bomberos que estaba de aniversario. A la comunidad le gustó harto", comenta Isabel Pool, la encargada de la Oficina Municipal de Turismo de Mejillones y una de las organizadoras de esta actividad.
El equipo organizador lo completan Josimar Guerra de la Dirección de Obras del municipio, Manuel Lamas, Felipe Catalán y Manuel Alfaro, por parte del Museo Histórico Natural de Mejillones, además de FCAB y la Parroquia Corazón de María.
Después de la eucaristía, la comunidad siguió a la imagen mariana hasta la Cruz del Calvario en Calle Borgoño, para finalizar este comienzo.
El sábado fueron los colores de los bailes religiosos los que llenaron de alegría la comuna costera. Danzas propias de las tradiciones del desierto, con los característicos trajes de cada uno de los promesantes, llenaron de alegría la plaza central.
Desde temprano comenzó el ritmo del bombo, las cajas, los platillos, trompetas y los distintos saltos de los danzantes, frente a la imagen de María.
Todo el día se vivió ese ambiente de devoción, hasta que llegó la noche y fue el turno de un acto más solemne, con una gran misa celebrada en la misma plaza por el sacerdote Ramón Miranda.
En la eucaristía el presbítero instó a los católicos a seguir poner atención en el relato bíblico de las Bodas de Canaá, un pasaje del Evangelio de Juan en el cual se narra el primer milagro de Jesús: convertir el agua en vino. Con ello, el mensaje fue llamar a los presentes a centrarse en una vida más dedicada a la solidaridad.
Posteriormente, la devoción continuó con el canto del alba donde nuevamente los bailes religiosos fueron los protagonistas, ofreciendo nuevamente su alegría a la Virgen. Al día siguiente y tras la misa en la Parroquia Corazón de María, la procesión marcó el fervor religioso del domingo, algo que se vivió por las principales calles mejilloninas.
Francisco Clavería, asesor de la Asociación de Bailes Religiosos Sur de Antofagasta, fue parte de la actividad religiosa.
"Llevo como asesor tres años y medio y (puedo decir) que cada año la cantidad de personas que participa va en aumento. En concreto fueron 20 bailes, de fieles de la misma comuna y también de Antofagasta. Hubo mucha seguridad también, además del trabajo realizado por el municipio y la parroquia del sector para coordinar todo", señala.
Clavería añade que "esta actividad de Asunción de la Virgen entra dentro de los ocho días después de la fecha del dogma que es el 15 de agosto. En las misas se hizo hincapié también al valor cultural y de religiosidad que tienen los bailes", añadiendo que si bien en lo que respecta a sus funciones no es el bailar como tal, la tarea de los asesores es animar la vida pastoral y sacramental, además de guardar las tradiciones y costumbres de los promesantes.
Para Isabel Pool todo resultó un éxito: "Haber incrementado en un 50% la cantidad de bailes nos hace muy felices. Fue una actividad maravillosa, muy emotiva. Hacemos un balance cien por ciento positivo; fue muy bonito cuando en la plaza todos estaban al mismo ritmo bailando".