Reunidos en torno a la calle Patria Vieja, junto a la plaza de la población Villa Frei, decenas de vecinos celebraron ayer el 18 de septiembre con un acto que incluyó un gran desfile. En un semi nublado pero primaveral día, los pobladores se volcaron a la plaza a ver la celebración, compartir empanadas y bebidas mientras los niños jugaban en los columpios o corrían con globos de helio por el pasto en una cuadra totalmente embanderada.
La celebración de la Villa Frei comenzó con el izamiento de labandera nacional, para luego pasar a palabras de los invitados, una dramatización de La Pérgola de las Flores, varios pies de cueca y bailes típicos a cargo de Renacer Andino. "Éstas son las tradiciones que llevábamos allá en la pampa y las quisimos tomar acá", cuenta Ingrid Luna, presidente de la Junta de Vecinos Villa Frei Sol Plateado. Muchos de los vecinos provienen de la oficina salitrera Pedro de Valdivia y esa herencia se nota en las calles: desde la pintura del quiosco, la camiseta del deportivo PV o el mural que refleja las costumbres del desierto.
"Desde que nosotros estamos, de mis abuelos, de las primeras generaciones que llegaron a esta población, se ha seguido con las tradiciones, no las hemos parado", dice la dirigenta vecinal. "Esta gente siempre lleva en la sangre la unión, el compartir. Siempre estamos haciendo actividades, somos una población bien activa", dice Luna. Aparte de la masiva celebración del Dieciocho, en la Villa Frei se festeja con entusiasmo el 21 de mayo, el día de la mamá, del papá, del niño o la Navidad.
Organización
Coordinar toda la actividad es un trabajo que tarda unas dos semanas de anticipación, sobre todo en lo que trata la ornamentación del lugar. El vecino Carlos Rodríguez se hace cargo de la decoración del lugar. Aunque las banderas fueron puestas por otro poblador, él vio el quiosco de la plaza o el sector de la cancha, donde se programó un baile posterior.
"Justo para esta fecha se reúnen todos, porque vienen distintas poblaciones", dice Rodríguez. Y entre ellos mismos se van ordenando para comprar las cosas que sirven para la fiesta. "Le pedimos aporte a cada socio de 500 pesos para comprar las banderitas chicas, pero algunos daban de a mil, de a 2 mil", cuenta.
En la calle Patria Vieja esperan representantes de todas las entidades que componen la población. Están los rayueleros, la gente de la tercera edad, el club de cueca, la agrupación folclórica, el centro de madres, el club deportivo, entre otros. América Hidalgo, secretaria de la junta de vecinos, dice que las tradiciones se conservan en las nuevas generaciones, como por ejemplo viajando al mismo Pedro de Valdivia, donde también participan en su fecha de aniversario. "Para mi es un placer que vengan todos los vecinos y amigos que vienen de distintos lugares de la ciudad".
Glenn Flores, en tanto, cuenta que en la Frei los vecinos se conocen todos. "Hay un cariño especial", asegura. Recuerda que a principios de los ochenta, cuando participaba en las actividades deportivas, ya había entusiasmo en su población por ser parte. "Nosotros teníamos las disciplinas de básquetbol, vóleibol, eran las dos de la mañana y estábamos todos en la cancha, en familia", señala.
Una opinión similar comparte Lucila Rojas, tesorera de la junta de vecinos. A su juicio se debe reconocer lo obrado por dirigentes como Lidia Esquivel o Dionisio Ochoa que conservaron en el tiempo las actividades que se hacían en Pedro de Valdivia. Y a pesar de que ella se fue de la oficina cuando tenía 13 años, un pequeño trozo de la salitrera sigue presente en la calle Patria Vieja, donde decenas de personas aplauden y conversan mientras se celebra el feriado patrio.