LA TRASTIENDA DEL MUELLE
Residentes siguieron dictamen con normalidad en sus trabajos. Algunos hasta reaccionaron indiferentes.
Ricardo Muñoz Espinoza
Bolivianos recibieron el fallo con tranquilidad
No hay dudas que el fallo en la Corte Internacional de Justicia de La Haya se convirtió en la noticia del día, un acontecimiento que quedará grabado en la memoria no sólo de los dos países involucrados en esta demanda, sino que también ante los ojos del mundo.
El suceso cobra mayor relevancia, si tenemos en cuenta que en Antofagasta residente alrededor de 10 mil ciudadanos bolivianos -según cifras de Gobernación-, generando más expetación durante los momentos previos al fallo. Pero el ambiente fue totalmente distinto.
Si en el Muelle Histórico la alcaldesa Karen Rojo reunía a los antofagastinos para no perderse detalle alguno de la deliberación de la corte, en la otra vereda se vivió con total tranquilidad y hasta en varios casos indiferencia, manifestando algunos incluso que hasta desconocían la hora en la que se conocería la resolución del tribunal.
En el mismo momento del fallo, los televisores estaban encendidos en La Vega Central de Antofagasta, lugar que congrega también a ciudadanos bolivianos que se desempeñan vendiendo productos.
A la misma hora que la televisión informaba que la corte derribaba prácticamente la totalidad de argumentos del equipo jurídico altiplánico, el trabajo de ventas de verduras y otros alimentos no se detuvo ni por un momento. Mismo caso en el Mercado Central. "Nosotros no nos metemos en cosas de política, aquí hay sólo gente que trabajo", decían algunos cuando llegamos hasta el lugar para conocer sus impresiones sobre este fallo.
Oriunda de Oruro, Isabel Tapia tiene 10 años viviendo en Chile y señaló que presentía que se venía un fallo adverso para las pretensiones del gobierno boliviano.
"Sabíamos que iban a perder, porque además nuestro Presidente es ignorante. Allá solamente la gente campesina apoya a Evo Morales. Esto que había hecho de la demanda era solamente un punto a su favor, nada más", dijo categórica la vendedora.
También señaló con indiferencia su postura frente a esta arremetida del gobierno del país altiplánico en la corte internacional, porque "los bolivianos entramos libremente por Chile, entonces... ¿para qué eso? Estaba demás esto que hizo el Presidente de Bolivia. Creo que esto les va a afectar a los que lo apoyan, pero no creo que a los demás bolivianos les interese".
Juan Felipe también es originario de Oruro y señaló que "no es algo que me interese... (en cuanto a la demanda) creo que genera un problema, siendo los más afectados los que estamos acá, porque genera más odiosidad...".
Su compatriota, Angela Vargas, explicó que no estuvo de acuerdo con la demanda porque el "mar es de todos y no de unos que quieren llevárselo. La verdad es que tampoco estoy tan interesada... yo estoy acá, bien en Chile, con mi trabajo y me encuentro aportando al Estado".
rmunoze@estrellanorte.cl


