Redacción - la Estrella de Antofagasta
Con la declaración de policías que participaron en la investigación de los hechos continuará hoy el juicio por el homicidio de Kurt Helmuth Uribe Delaporte.
La víctima, de 48 años y de profesión diseñador gráfico, era ampliamente conocida y querida en Tocopilla como el primer limpiador de autos con permiso municipal. El 19 de mayo del año pasado fue asesinado en la Plaza Colón de Antofagasta y casi cuatro meses después la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI detuvo por su presunta responsabilidad en el crimen a la mujer de 33 años de iniciales I.D.A.O..
Esta fue acusada por el fiscal adjunto Rodrigo Cusó Segura, y ayer, al inicio del juicio oral en su contra, renunció a su derecho a guardar silencio y admitió haber estado lugar de los hechos. La joven reconoció haber peleado con un sujeto al que agredió con un cuchillo, pero que ese hombre no era el fallecido.
Agregó que lo hizo sólo para defenderse y que nunca tuvo intenciones de matar a alguien. En cuenta a la discusión, afirmó que fue motivada porque el occiso le pidió favores sexuales y ella se negó.
La acusada vivía en esos momentos en situación de calle y solía pernoctar junto a otras personas en las inmediaciones del Hotel Antofagasta.
Entre las pruebas presentadas por la Fiscalía estuvo la declaración del médico forense que practicó la autopsia, quien aseguró que el cadáver era el de un hombre enflaquecido, debido quizás a temas de salud o mala alimentación y que recibió varias heridas cortopunzantes.
La más grave- precisó - fue una herida abdominal cerca del ombligo, que le provocó una fuerte hemorragia interna y que posteriormente le causó la muerte por una hipovolemia aguda. La alcoholemia- añadió -arrojó 2,6 gramos por litro de sangre, mientras que el examen toxicológico reveló que no había consumido drogas.
Durante la primera jornada del juicio también declaró un detective de la BH y la hermana de Kurt, Maida Uribe, quien indicó que éste no vivía en situación de calle, sino que vivía en Tocopilla con una familia cristiana y que había viajado hasta a Antofagasta ya que tenía que ver un médico.
Según explicó, la víctima enfrentó hace años un problema de alcoholismo, pero gracias a la ayuda recibida en la iglesia logró rehabilitarse. No descartó, sin embargo, que hubiera podido tener una recaída, dado que era tímido y vulnerable, pero nunca agresivo, ya que el alcohol lo ponía melancólico.
La muerte de su madre- aseguró - fue un episodio muy triste para él y le fue complejo superarla.