Cristian Puebla H
Durante las últimas semanas los reductores de velocidad, más conocidos como "lomos de toro", se han multiplicado por diversas avenidas y calles de Antofagasta, generando opiniones para todos gustos en la ciudad. En algunos casos han recibido una respuesta positiva de la comunidad, por el tema de evitar accidentes, pero también existen críticas de los conductores que señalan que es bueno que existan, pero hay sectores donde en una misma cuadra se pueden encontrar hasta tres reductores.
Recorriendo la "Perla del Norte" podemos destacar algunos puntos claves. En calle Iquique instalaron uno grande pasada la Vega Central. Este se encuentra incluso con dos postes que lo iluminan cuando cae la oscuridad. La vendedora Juana Zúñiga, quien trabaja cerca de este "lomo de toro", asegura que "desde su instalación los vehículos se ven obligados a bajar la velocidad... Antes salían de la Vega y aceleraban a fondo en la curva rumbo al norte... Yo vi varios accidentes, pero desde que pusieron el reductor ha existido un cambio", señaló.
Más reductores
Un poco más al norte también pusieron un "lomo de toro". En avenida Pedro Aguirre Cerda, a la altura de la calle Hugo Robles, frente a una ferretería, este reductor evita que los vehículos puedan agarrar velocidad en una zona que es muy concurrida, ya que está cerca del terminal de buses y el nuevo Hospital Regional.
Pero así como hay reacciones positivas, también están las quejas. Marcelo Herrera pasa todos los días por avenida Rendic, valora el hecho que se instalen estos implementos, pero cuenta que en algunas calles hay demasiados. "Encuentro que colocar tres lomos de toro a tan poca distancia es algo exagerado". El conductor hace referencia a los instalados en Rendic con San Miguel, incluso en esta arteria también hay un reductor justo al llegar a la avenida. "En las mañana se forman atochamientos en las horas puntas, lo que complica el paso de autos y buses, produciéndose algunas colisiones menores".
El director de Tránsito de la municipalidad, Rodrigo Muñoz, explicó que son 18 nuevos reductores que se instalaron, cuya finalidad es "evitar que se repita lo acontecido con la menor del Liceo B-13".
"Es importante aclarar que se colocaron cerca de colegios, jardines infantiles y lugares de mucha afluencia, que son normalmente transitados por peatones que no tienen el beneficio de la preferencia de paso por parte de los vehículos", señaló el profesional. Además sostuvo que "todos son instalados en base a un procedimiento que parte con la solicitud de vecinos o instituciones, y que son justificados en el lugar en terreno previamente".
Curiosidad
Un caso curioso ocurre en calle Manuel Rodríguez, entre Sucre y Prat, un sector que no es muy transitado pero que tiene dos lomos de toro. "Me da la impresión que se instalaron porque hay un pare que antes algunos conductores no lo respetaban y provocó más de un choque. Ahora con los reductores es una obligación disminuir la velocidad y frenar en la esquina", manifestó Virginia Huanca, vecina de calle Manuel Rodríguez.
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