Historias de una clase donde hay alumnos de cinco países
Claudio Benavente, profesor de historia y geografía del Liceo Comercial, cuenta cómo es la interacción en un curso donde conviven estudiantes de Chile, Bolivia, Perú, Colombia y Venezuela.
Son las 7:20 am y el profesor de historia, Claudio Benavente, prepara el material para su clase con los alumnos del séptimo básico "A" del Instituto Superior de Comercio (ISCA). Mientras ordena sus apuntes comienzan a llegar los estudiantes, en un curso donde hay jóvenes de cinco nacionalidades diferentes, chilenos, colombianos, una alumna boliviana, otra peruana y un venezolano, varios de ellos viviendo su primer año en Antofagasta.
Esta realidad se aprecia en distintos establecimientos de la región, ya que varias comunas del norte han recibido en los últimos años a una gran cantidad de inmigrantes.
Claudio explica que es una gran responsabilidad hacer clases a alumnos de naciones diferentes. "Como profesor de historia mi deber es que cada escolar pueda internalizar el respeto, defendiendo la igualdad de derechos esenciales de todas las personas... No importan las distintas razas o etnias, nacionalidades, situación socioeconómica, dialecto, ideología u opinión política", asegura.
Para los niños extranjeros estudiar en Chile no es fácil, hay varios factores que pueden dificultar su aprendizaje y así lo manifiesta el profesor. "Son varias las dificultades, desde el factor climático, pasando por nuestra propia idiosincrasia como chilenos que a los niños extranjeros les cuesta comprender. Este choque cultural se está estudiando desde el Gobierno. Hace unos días nos visitó un investigador de la Universidad de Valparaíso para observar cómo eran mis clases en torno a las cuatro nacionalidades que tiene este curso, ver cómo es la interacción para sacar conclusiones", sostuvo.
"Nuestra preocupación como docente está orientada hacia la inclusión y considerar los aprendizajes que traen estos alumnos desde sus países de origen, con el fin que su conocimiento histórico se amalgame con la realidad que tenemos como antofagastinos y chilenos, así tanto profesor como alumnos podremos aprender de nuestra realidad latinoamericana y por qué se dan estos fenómenos migratorios en el país", agregó.
Por último un tema que también es importante se relaciona con la visión que tienen estos alumnos de Chile. "Uno como profesor tiene que tener una mirada conciliadora pero transparente, dejando de lado el sesgo de ser chileno y que ante todo se utilicen fuentes históricas de peso para poder articular una clase creíble y que apunte más a la hermandad entre nuestras naciones", asegura Benavente, quien también hizo referencia al tema de la Guerra del Pacífico, donde en especial los estudiantes peruanos y bolivianos conocen la otra parte de la historia. "Mayormente estos niños saben de forma muy general lo que pasó en la Guerra del Pacífico, pero al preguntarles sus opiniones son más conciliadoras e ingenuas que de enemistarse con sus compañeros. Caso contrario sucede en los cursos ya superiores, como tercero o cuarto medio, donde las bromas hacia peruanos y bolivianos se hacen sentir, en especial con estos últimos por tener relación con lo acontecido en La Haya, pero en general tratamos de ver la historia como un tema más integrador".
Alumnos
Leydi Apaza es peruana. Viene desde Lima y destaca la manera en que los profesores enseñan las diversas materias. "Me gusta el comportamiento que tienen con los alumnos. Si bien Perú y Chile son países hermanos, nuestra cultura es muy diferente. En Perú nos enseñan mucho la historia del país, mientras que acá es más amplia la enseñanza que recibimos", señaló la menor de 12 años.
Respecto a las dificultades que ha tenido al estudiar en otro país, la alumna peruana cuenta "lo más complicado fue en un principio entender a mis profesores la manera de hablar, pero con el tiempo he aprendido los modismos y ahora no tengo problemas para entender lo que dicen los chilenos, aunque hay compañeros que aún no capto bien lo que dicen".
En el mismo salón está la estudiante boliviana Tayrisha Pérez. Oriunda de Santa Cruz, la menor asegura que "hay muchas diferencias, partiendo por el clima y la vegetación... Ahora en relación a las clases de historia, costó un poco comprender, ya que son nombres muy diferentes que jamás conocí, pero me gusta aprender cosas nuevas y no se me ha hecho muy complicado, al contrario, es interesante saber cómo analizan la historia en otros países".
Juan David Gómez es colombiano y lleva dos años en Chile. A diferencia de sus compañeros, señala que muchas cosas que les han pasado ya las vio en Colombia. "El ambiente es bueno, pese a que tenemos palabras diferentes, yo logro captar lo que me dicen. Me gusta el colegio y aprender cosas nuevas sobre Chile".
Los venezolanos son los últimos inmigrantes en llegar al país. Arthur García es de San Cristóbal y comenta que le costó en un comienzo entender a profesores y compañeros, pero que "he puesto mucho empeño para aprender. Chile tiene cosas hermosas por conocer".