Desde hace años, dice la vecina Carolina Maldonado, los pobladores de entre Caparrosa y Los Poetas, sector norte de Antofagasta, enfrentan el mismo problema. En medio del peladero que está cercano donde en el futuro se construirán casas, existe una casona abandonada que se ha transformado -aseguran en el sector- en un foco de delincuencia.
"Ha llegado gente que se droga, vende, se mete a robar a las casas. En varias ocasiones se han metido a robar los medidores", señala Carolina, mencionando que el problema ha sido planteado a las autoridades y, hasta ahora, nada. Incluso, el jueves quedaron de juntarse con una autoridad a conversar del problema y al final no llegó.
Según Carolina Maldonado, los desconocidos tienen el lugar hecho un desastre con basura y, más aún, se colgaron a la luz. "Es un riesgo, porque imagínese que se incendian los cables y queden pelados por ahí", reflexiona. En los alrededores hay una gran cantidad de escombros y neumáticos tirados.
Ella, como varios vecinos del sector, quiere que saquen la casa de ahí. "La casona es el problema, porque llegan con basura, la queman. Llega gente y son drogadictos. Venden, roban en la población", asegura.
La presidenta de la Junta de Vecinos Última Esperanza, Elizabeth Inostroza, también comenta lo de las solicitudes a autoridades sin respuesta. Asegura que en estos años ha visto de todo en esa casa abandonada: gente prendiendo fuego con basura, hombres, mujeres y hasta niños metidos en ese lugar.
"Siguen viviendo fumones pero ha llegado más gente, hombres que salen en la mañana a trabajar y a las 6 de la tarde llegan. No sé cómo vivirán porque es un esqueleto de muros, no hay nada más. Ahora una vecina me avisó que habían tirado cables a un poste. Entonces, más encima, se colgaron a la luz", señala la dirigenta vecinal.
¿quien se hace responsable?
Carla Espinoza decidió hacer pública la situación que vive su población a través de las redes sociales para que "vean que esto no es un reclamo más de los vecinos", asegura. "Llevamos nueve años como población y siempre hemos tratado de mejorar nuestro entorno", cuenta.
"Desde el primer momento que nos entregaron nuestras viviendas hemos lidiado con robos, asaltos, bandas conocidas a la vuelta de la esquina, el abandono de la línea colectiva, solo micros pasan por aquí. El estigma y miedo de las personas que no conocen la población. Muchas veces los mismos colectiveros no quieren llegar ni siquiera a la calle Huamachuco con Félix García, menos a Bonilla. Pero debemos lidiar con eso".
En ese sentido, Espinoza pide que se resuelva el microbasural del terreno. Es -a su juicio- "foco de ratas e infecciones, rucas, carpas casi irreconocibles, donde nadie sabe qué pasa adentro". También tienen una gran cantidad de perros vagos que han agredido a niños y adultos, asegura.
La concejal Doris Navarro ha recibido denuncias al respecto. "Es lamentable cuando se habla de seguridad pública y se hace 'a la medida de lo posible' y no se toma en cuenta las denuncias de los vecinos, que ya ha pasado un año según informe de Seguridad Ciudadana al Serviu", dice la edil, quien ayer envió una carta a esa entidad notificando el problema de los vecinos.
La edil muestra dos documentos fechados en septiembre de 2017, donde se detalla la denuncia con derivación a Serviu y la DOM. En ese sentido, la alcaldesa Karen Rojo envió una carta al Serviu el 27 de septiembre de 2017, donde le expone que personas en situación de calle se tomaron las dependencias de Ecomar, "las que fueron construidas para la realización de proyecto del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, habiéndose tomado no solamente las antiguas oficinas, sino también los alrededores del terreno urbanizado por vuestro servicio", se detalla.