Condenan a trío que asaltó una repleta consulta médica
Conocerá su pena este sábado, al mediodía. Dos de sus integrantes se conocieron en la cárcel.
Redacción - La Estrella de Antofagasta
En la cárcel, mientras cumplían sentencias, se conocieron dos de los integrantes de un trío, condenado por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal por un robo con intimidación que el 26 de febrero pasado fue cometido en una consulta médica del sector centro sur de Antofagasta.
Andrés Bataller Salfate, Benigno Robles Alvarado y Juan Carlos Paredes fue acusados por la fiscal Lorena Pavez y conocerán la pena a cumplir el sábado, al mediodía. Según la acusación, previamente concertados los tres llegaron hasta una consulta médica de calle General Velásquez a bordo de un vehículo conducido por un tercero.
Al bajar ingresaron al lugar y Bataller Salfate intimidó a la secretaria con un arma de fuego, indicándole que no hiciera nada. Los otros dos, en tanto, entraron a la a consulta del médico, intimidándolo y golpeándolo para robarle el dinero que portaba. Como consecuencia de ello el facultativo resultó con heridas múltiples craneanas y policontuso, de carácter leve.
En el juicio, la trabajadora de la clínica declaró que ese día uno de los asaltantes acudió temprano a la clínica y preguntó dónde estaba el baño y luego, de una forma extraña, preguntó los horarios de atención, para finalmente retirarse.
Horas más tarde la consulta estaba llena, con aproximadamente 20 pacientes, cuando el mismo sujeto volvió con dos hombres. Dos de ellos se dirigieron directamente a la consulta del profesional, mientras que el otro apuntó a la mujer con un revólver, indicándoles a los pacientes a que fueran a un rincón y no miraran.
El médico, por su partes, recordó que dos sujetos ingresaron a su box de atención y uno de ellos era en extremo violento. El atendía una paciente de avanzada edady le examinando las rodillas cuando el más joven lo apuntó con un revolver y dio un empujón a la anciana, que cayó al suelo. A él lo golpeó en la cabeza con el mango del arma, provocándole una herida que sangró profusamente y cuando intentó limpiarse la cara, el hombre armado volvió a darle dos golpes en la cabeza.
El otro revisaba mientras los cajones de su escritorio y sacó 700 mil pesos que tenía para pagar los honorarios de una arsenalera y un anestesista. Además, aseguró que nunca se opuso al asalto. Tras la huida de los delincuentes en la sala de espera reinaba el caos: una mujer de avanzada edad estaba con signos de infarto y otras dos hipertensas se habían descompensado. Al verlo con el delantal lleno de sangre, además, la gente comenzó a gritar y una enfermera organizó los primeros auxilios.
Los tres acusados negaron su participación en los hechos.