El intenso verano de 'Choconiño'
Desde temprano comienza la jornada del filántropo antofagastino que además prepara su fundación.
"Choconiño endulza la espera de los pacientes en el hospital" se tituló la nota que el viernes 8 de enero del 2016, informó a la comunidad antofagastina sobre la desinteresada obra que el joven universitario, Rodrigo Ponce, realiza por las noches. Una historia de esfuerzo que los vecinos supieron aplaudir y agradecer, más aún cuando el año pasado su madre falleció producto de un cáncer, siendo testigos de la intensa campaña que por medio de bingos y otras actividades desarrolló el 'Choconiño' para cuidarla.
Ya han pasado varias semanas y ahora sorprende con una iniciativa solidaria que, afirma, le entrega fuerzas para poder enfrentar esta nueva etapa: crear su fundación.
Para quienes no conozcan, o recuerden su labor, comentamos que Rodrigo trabaja con su característica polera y gorro rojos, vendiendo chocolates en las playas de la capital regional. Pero lo más bonito ocurre luego de terminada su jornada, cuando visita centros de salud y ofrece un vaso de chocolate caliente de regalo a quienes se encuentran en la espera. Así lo hizo por mucho tiempo antes de que aquel mencionado 8 de enero su acción se difundiera por este Diario, en silencio y siempre con una sonrisa "de yapa".
Una batalla solitaria eso sí. En conversación con La Estrella reconoce que, salvo un par de excepciones, ni un privado se ha sumado. "Lo que pienso es empezar (con la fundación) juntándome con otras personas, como para ir trabajando con niños que no tengan recursos... Queremos hacer eventos donde podamos ofrecerle cumpleaños, por ejemplo, como una forma de ir empezando. Con juegos inflables, títeres y otras ideas que nacen con quienes se quieren sumar de a poco... O sea lo ideal es empezar así, porque no tengo los medios y los privados no se están presentando".
La única ayuda que recibió, dice, fue tras la situación personal con su madre. Un profesor lo motivó a hacer pública la situación que estaban viviendo, y solo ahí se animó a dar a conocer su historia. "Un profesor me dijo Rodrigo pide ayuda, si en pedir ayuda no hay engaño... Nosotros no teníamos ni para el pan, y yo menos para los insumos del Choconiño... No teníamos y ahí la gente apareció para ayudar a mi mamá que estaba súper grave", recuerda.
Tras la partida de su madre, cuenta que se tomó el tiempo de escribir y llamar a cada una de las personas que estuvieron con ellos cuando lo necesitaron.
Una nueva etapa...
Ayer desde temprano estaba preparando el chocolate que salió a vender en la tarde. La época estival es por lejos su "temporada alta". De hecho explica que ni alcanza a pescar el celular cuando está "a full". Pero dentro de su ajustada agenda se toma un momentito para hablar de lo que se viene en la fundación de 'Choconiño'.
Lo primero es recalcar que las puertas están abiertas para quienes quieran sumarse, ya que tal como él lo ha demostrado en los años anteriores, más que dinero se requiere voluntad.
Segundo, cuenta que luego de la experiencia de su madre, quiere ayudar a las personas que no tienen los recursos para enfrentar el cáncer. A ello añade que parte importante de lo que percibió, fue que la ciudadanía tal como ellos en su oportunidad, no está al tanto sobre cómo actuar. "Muchos se quedan en que no tienen plata y las platas las tiene el Estado, y las ofrece... El tema es toda la desinformación que hay. Al final, en buen chileno, solo se salva el que se avispe", indica añadiendo que eso debería ser más adelante, cuando tenga operativa la fundación.
Con los brazos cansados pero el ánimo inquebrantable, Rodrigo se despide de La Estrella para arrancar con su jornada de trabajo y obra social. 'Choconiño' hay para rato y eso hay que agradecerlo.
"La idea es tener el apoyo de los privados pero no depender de ellos, para poder hacer las cosas que se nos ocurran".
Rodrigo Ponce, 'Choconiño'"