Fans de Pimpinela esperaron casi siete horas por sus ídolos
Esperanza Gil y su nieta Camila Carvajal eran las primeras en la fila para entrar al sitio cero del Puerto. Recién pudieron entrar a las 7.30 de la tarde (la entrada había sido anunciada a las siete), totalizando seis horas y media, todo por sus ídolos.La fan decía tener todos los compact disc y amar las canciones de la dupla. "La que le he dedicado harto a mi marido es 'Valiente'", contaba doña Esperanza. Para pasar esas horas, en su cartera guardó una bebida de tres litros y unas cositas para picar.
Eso sí, el marido no fue, porque estaba trabajando.A su lado, Lorena Borcoski se trajo todos sus recuerdos de Pimpinela. Por ejemplo, un libro autografiado por ellos y un vestido que usó Lucía Galán, su joya más preciada, que compró en un remate y le salió quinientas lucas."Desde cuándo iniciaron me gustan", contaba. Al final, adentro, llegaron de las primeras y esperaron otras horas más para por fin ver a sus ídolos.