A falta de pita, buenos son los globos

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Varios de los globos publicitarios que entregó un auspiciador a la gente que entraba al puerto el miércoles terminaron tirados por ahí. Lamentable, porque los entregaron para que el público pasara un buen rato y, aparte, había un gran contenedor para botarlos. Ayer, los técnicos les encontraron una sorpresiva utilidad: sin aire, sirvieron de amarres para la "pluma", la máquina que utilizan los camarógrafos para mover las cámaras entre lado y lado del escenario. A falta de pita...