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Tal como en su estreno en Calama, jugando el amistoso ante Universidad de Chile, Felipe Báez (28) se fue entre aplausos en el partido de Cobreloa ante Deportes Temuco. El hincha loíno, exigente en cuanto al despliegue y la entrega, valoró la disposición del "Maestrito", quien cumplió la doble función de recuperador y lanzador, principalmente en la primera parte.

"Me sentí bien en el primer tiempo, a pesar de que tuvimos bastante trabajo ahí con Juan Pablo -Abarzúa, que compartió las labores de "doble seis"- y pese a que parece que no es mi puesto habitual, es donde siento que puedo ser más aporte para el equipo", comentó Báez.

La mayoría de los comentarios en medios y la hinchada hablan de que necesitas a un socio en la marca para que quedes más libre para ser habilitador, pensando en que te desgastas mucho...

-La verdad es que me sentí muy bien hasta que me cansé. En el segundo tiempo estaba ahogado y me pasó la cuenta el esfuerzo, pero también es el segundo partido que jugamos en Calama. Eso lo vamos a ir mejorando en la medida que juguemos más en casa.

¿Sientes que se "farrearon" la oportunidad de empezarle ganando a un equipo que se armó para pelear el ascenso como Temuco?

-El marcador habla por sí solo, estábamos dos a cero y con el partido dominado. Ellos son buen equipo, hicieron sus méritos, pero nosotros les dimos esa oportunidad, con errores y al no cerrar el partido antes. Pero siéndote bien sincero, prefiero que nos pase ahora a que sea después.

Es perentorio ganarle a Melipilla afuera para recuperar esos puntos perdidos...

- Vamos con esa idea. Lo de Temuco ya pasó, sirve para aprender y no repetirlo. Tenemos confianza de que tenemos las armas y el fútbol para ir a ganar a cualquier cancha pero en la B, cualquier error se paga caro y nos tocó a nosotros ahora. Ojalá que no nos pase más.

Presente

Los buenos conceptos llegan a oídos de Báez, acerca de su gran nivel y de proyección en el equipo de Víctor Rivero. Pero por lo mismo, también escucha a menudo esa crítica hacia su trayectoria, la que se basa en el clásico "si es tan bueno, por qué no explotó antes en el fútbol".

"Lo escuché y tengo claro que mientras siga jugando bien y respondiéndole a la gente y al club, va a seguir surgiendo esa pregunta. Y cuando yo me hago esa pregunta llego a la conclusión de que se debe a que me di la vuelta muy larga y nunca encontré mi lugar, ni en cuanto a club ni mucho menos dentro de la cancha", asume.

¿En cuanto a la posición?

-Sí, reconozco que en otros clubes siempre jugué como volante de salida porque pensé que ese era el puesto que más me acomodaba, donde podía rendir más. Hasta que llegó un entrenador -Cristián Muñoz en La Pintana de 2017- que me retrasó y me di cuenta que desde ahí sentía que podía aprovechar mejor mis condiciones. Porque no me desacomoda ir a disputar una pelota y porque me gusta jugar de frente al arco, con espacio para meter un pelotazo. Es donde mejor puedo rendir.

En tu minuto dijiste que no venías a taparle la boca a nadie y que tu meta era pelear un ascenso. Pero efectivamente, ¿como muchos integrantes del plantel vienes por tu revancha?

- Claramente este es mi mayor revancha de mi carrera. Una oportunidad que no puedo desaprovechar, la camiseta más importante que tengo la suerte de defender en el fútbol y la opción de consagrarme. Es más, me dije cuando llegué acá que si no exploto futbolísticamente en este Cobreloa mejor me dedico a otra cosa en la vida y no a jugar al fútbol.

La Estrella