La Quinta Vergara retrocedió en el tiempo con los Backstreet Boys
Cantaron sobre pistas y se presentaron sin banda, pero igual desataron la locura de sus fanáticas.
Como nunca antes en este Festival, la Quinta Vergara estaba repleta. De palco a la galería se instalaron las fanáticas de los Backstreet Boys que llegaron rebosantes de energía a ver la versión cuarentona del grupo más esperado de este certamen y el que agotó las entradas en solo unas horas.
Vestidos de blanco, los cinco cantantes aparecieron en escena y el anfiteatro por poco se vino abajo. Gritos y más gritos, mientras los BSB comenzaban a cantar sobre pistas grabadas -sin banda, ni un solo instrumento musical en escena- y a bailar esas coreografías que muchos trataban de seguir mientras los observaban.
Todo partió con "Hatre and life", pegadita vino "I'll be the one" y luego "Get down". Ya al tercer tema, Nick Carter, el rubio y uno de los más queridos del grupo, brillaba de sudor, mientras Kevin, el más alto, sólo marcaba los pasos, para llegar bien hasta el final del show. Claramente ya no son los rítmicos de antes y tampoco son tremendas voces. Pero compensaban esa falta con una gran dosis de simpatía y humildad. No dudaron en sacarse selfies con los celulares de los espectadores de las primeras filas, recibieron todos los peluches, abrieron las banderas que les pasaron y hasta una especie de toalla con sus rostros. También se mostraron genuinamente emocionados cuando recibieron las gaviotas de plata y oro. Tanto pidieron los premios sus seguidoras que no fueron pocas las que pidieron una de platino...
Varios cambios de vestuario, mientras hacían un repaso por sus 26 años de carrera. "Es increíble volver a Viña después de 21 años. Haremos un pequeño viaje por los 26 años de la banda", comentó A.J. McLean, el que más voz demostró tener de los cinco.
Los Backstreet Boys realizaron un show a la medida de la Quinta Vergara, ocuparon todos los espacios del escenario y por momentos participaron en entretenidas coreografías, donde sobre todo destacó el grupo de bailarines, quizás lo mejor de su presentación.
Interpretaron "We've got it goin' on" y la Quinta Vergara se transformó en una verdadera fiesta. Los éxitos continuaron con "Don't go breaking my heart" y "I want it that way" y para el final dejaron "Everybody", el gran hit de la banda que hizo saltar a todos sus fanáticos que retrocedieron más de veinte años en el tiempo y disfrutaron como adolescentes este tan esperado show.
Ellos se dejaron querer y aprovecharon de publicitar su nuevo concierto en el país, el que forma parte de su gira mundial.

