Redacción

E l chileno Víctor Vergara reside hace 16 años en Christchurch, la ciudad neozelandesa que fue protagonista de un atentado terrorista en contra de dos mezquitas, el cual ha dejado 49 muertos y una cincuentena de heridos.

Vergara, que vive a unos tres kilómetros de uno de los templos, llamado Al Noor, estaba trabajando cuando ocurrió la masacre: "Empezó todo como a las 13:40 horas (...) No se escucharon los disparos, pero frente a mi trabajo atraparon a uno de los principales autores (...) Yo trabajo para lo que es como el Ministerio de Salud, por lo tanto recibía los comunicados oficiales de la cantidad de heridos y muertos", contó a Emol.

"La gente estaba muy asustada, había gente llorando en todas partes, caminando asustadas, como zombies. Yo vivo al lado de un colegio, entonces habían muchas personas esperando a sus hijos y salí a hablar con ellas un rato. Acá es como una pequeña comunidad, entonces si alguien necesitaba usar el baño o tomar agua les permitimos acceso a las casas", relató.

Y añadió: "Yo creo que el terremoto del 2011 que tuvimos afectó mucho a la gente, pero esto es distinto. Nunca había escuchado de un ataque racista, si es que ese fue el motivo principal".

"Estamos todos realmente afectados, es increíble. Cuando fue el terremoto nos afectó a todos, pero era algo natural, esto no es natural, esto es algo planeado, entonces no podemos entender cómo alguien puede ser tan malo, tan mala persona, cómo alguien puede tener tanta rabia en su mente", declaró Víctor Vergara.

Además, señaló que "nunca había visto policías armados aquí, es chocante, la gente estaba muy asustada, no sabían qué hacer, a dónde ir". "Yo paso a veces por ahí (por la mezquita) y veo niños pequeñitos caminando y este tipo le disparó a todos, adultos y niños, no discriminó, por eso es increíble", argumentó.

Respecto al tema del racismo, dijo que "a veces se escucha", pero que "prácticamente no existe (...) Aquí se ve gente de todos los países, yo voy al supermercado y escucho 10 o 15 idiomas distintos. La gente es muy tranquila y muy respetuosa con las otras religiones y otras culturas, es como extraño, por eso es chocante esto, nunca habíamos visto algo así, sí habíamos escuchado en la noticias sobre la 'supremacía blanca' (movimiento que cree que la raza blanca es superior a otras) que habían hecho comentarios en televisión, pero más que pasearse en moto en grupos, no".

49 muertos -hasta el momento- deja el atento que afectó a la ciudad de Christchurch.

La Estrella

La selección de críquet de Bangladesh escapó ileso al tiroteo ocurrido en Christchurch. "Nuestro equipo estaba de camino a la mezquita para celebrar la oración del viernes. El ataque ocurrió antes de que llegaran al lugar", dijo el director ejecutivo de la Junta de Críquet de Bangladesh, Nizamuddin Chowdhury.

El equipo, que se encontraba en Nueva Zelanda para disputar tres partidos contra la selección local, "está ahora de regreso al hotel y se han tomado medidas de seguridad", añadió.

El director del equipo bangladesí, Khaled Mashud, confirmó también que todos sus integrantes se encuentran en perfectas condiciones.

El partido previsto con los neozelandeses Blackcaps y los bangladesíes Tigers fue cancelado hasta que se garantice la seguridad de los jugadores, informó en un mensaje en Twitter el equipo neozelandés.

Cuatro personas han sido detenidas tras los tiroteos registrados al interior de dos mezquitas de Christchurch, en los que hubo "múltiples muertos" según fuentes policiales.

Aunque las autoridades no han confirmado la identidad de los cuatro sujetos detenidos por su presunto vínculo con el atentado, un nombre en específico ha surgido como supuesto cerebro de la operación: Brenton Tarrant.

Australiano, de 28 años y originario del estado de Nueva Gales del Sur, Tarrant habría sido, según medios locales, el principal atacante.

Una cuenta de Twitter con su nombre fue la que transmitió en directo 17 minutos del atentado, mediante las imágenes captadas por una cámara instalada en su casco.

Pero además de haber transmitido en vivo el atentado, Tarrant ha sido señalado como el autor de un decálogo, una especie de testamento ideológico de 74 páginas, en el cual se explican los motivos racistas y xenófobos que habrían motivado los tiroteos en contra de las mezquitas de la ciudad neozelandesa.