Ricardo Muñoz Espinoza

Cuando la jornada laboral de muchos ya había finalizado y el reloj marcaba cerca de las 19:20 horas de la tarde de ayer, se desató la emergencia. En la intersección de las calles María Elena con Los Chungungos, en el extremo norte alto de Antofagasta, las cenizas de al menos 11 viviendas fue el resultado preliminar de un incendio en el campamento Nuevo Amanecer Latino, perteneciente al Macrocampamento Los Arenales.

Al llamado acudieron todas las compañías de Bomberos de Antofagasta para trabajar en el combate de las llamas y evitar que se expandieran a otros inmuebles, dado el material ligero con el que estaban edificadas y por lo tanto fácil propagación.

Los primeros datos entregados por el comandante del Cuerpo de Bomberos de Antofagasta (CBA), Christian González, dan cuenta que debido la proximidad de los inmuebles y además de que todos eran edificaciones de material ligero, estos quedaron inhabitables, dejando así el triste desenlace de 31 personas damnificadas, entre ellas siete menores de edad.

"La labor del CBA se centró básicamente en cortar la propagación del fuego, que estaba amenazando con extenderse a todas las viviendas del campamento, porque son casas pareadas. Unas pegadas con otras", señaló el comandante González.

Pese al elevado número de viviendas destruidas, afortunadamente no se registraron personas lesionadas.

Además, la autoridad de Bomberos agregó que dos de los voluntarios que participaron en la emergencia debieron ser trasladados hasta un recinto asistencial de manera preventiva y para descartar alguna infección, ya que mientras trabajaban combatiendo las llamas, cayeron a pozos sépticos del sector.

En tanto, el prefecto de Carabineros de Antofagasta (s) teniente coronel, David Estay, añadió que se dio aviso al fiscal de turno para disponer la presencia del Laboratorio de Criminalística (Labocar) para efectuar las primeras pericias en el sitio de la emergencia.

Esto porque las causas del incendio aún permanecen en investigación.

Pese a que el acceso al lugar es complicado, por tratarse de una zona alta, la presencia de grifos en el sector facilitó el trabajo de los voluntarios bomberiles, el cual se extendió por más de dos horas.

"El traidor más grande de la historia ecuatoriana y latinoamericana". Estas fueron parte de las palabras que publicó el ex Presidente de Ecuador, Rafael Correa, para referirse a su sucesor y ex delfín político, Lenín Moreno. ¿La causa? El retiro del asilo producido ayer para el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, y su posterior detención desde el interior de la embajada de Ecuador en Londres.

"La mayor canallada y cobardía. Esto jamás será olvidado por la humanidad entera. Uno de los actos más atroces fruto del servilismo, la vileza y la venganza", añadió.

Pero esta es solo la más reciente de las rencillas entre Moreno y Correa. Presidente y ex Mandatario, antiguos aliados y correligionarios, se encuentran en pie de guerra desde poco después de que el primero asumiera el liderazgo del país en 2017.

Si bien mientras Moreno ejerció como vicepresidente fue un importante defensor del asilo prestado al ciberactivista, una postura que mantuvo incluso durante su campaña presidencial, una vez que asumió el poder su perspectiva cambió. El gesto fue visto como una forma de eliminar todos los vestigios del modelo correísta en Ecuador.

A pesar de que se produjo el arresto del ciberactivista en la embajada de Ecuador, WikiLeaks había adelantado la semana pasada que esta situación se produciría, algo que fue negado por el gobierno ecuatoriano en su momento. La tensión continúa.