Espacio andino de meditación para el Hospital Carlos Cisternas
En la ceremonia se realizó la inauguración de Apacheta, un espacio ubicado al interior del recinto médico.
Redacción - La Estrella de Antofagasta
El hospital Carlos Cisternas de Calama, "Apacheta" inauguró un espacio que sirve para la meditación espiritual de la cosmovisión andina y la integración de la cultura atacameña. Durante su lanzamiento, los representantes indígenas y el director del centro de salud, Héctor Andrade, instalaron las primeras rocas en el sector de meditación, para formar un montículo, considerado un monumento sagrado, que finalmente fue impregnado con vino y hojas de coca por los asistentes.
Al respecto, Andrade explicó que "estamos empeñados, como hospital, en humanizar la atención de salud que significa reconocer a cada uno en sus particularidades y sin duda, los pueblos originarios son de una alta relevancia. El hecho de poder incorporarlos en la gestión de nuestros usuarios es muy importante".
En el mismo ámbito, la representante de las comunidades Atacama la Grande y Alto El Loa en el Cosoc (consejo de sociedad civil), Erika Reyes, comentó que "para nosotros es muy relevante que tengamos pertinencia y que nos estén integrando como medicina natural y originaria a la medicina occidental. Estamos empezando con la Apacheta que es un símbolo muy importante que usaban nuestros abuelos y hasta el día de hoy, lo practicamos cuando llegamos a un lugar".
Medicina ancestral
El secretario de la comunidad indígena atacameña, Hernaldo Ferrer, agregó que "esta es un actividad que se viene desarrollando hace mucho tiempo y ha sido un trabajo entre el hospital, servicio de salud y las comunidades, para lograr que no solamente nosotros como personas originarias, sino que también en general la ciudadanía puedan ir mejorando su atención. Tenemos una estructura nueva que se agradece y obviamente, la idea es que nosotros como etnias también tengamos la posibilidad de tener un lugar espiritual".
La medicina ancestral es un vínculo entre los seres humanos y la naturaleza, y que se basa en una sanación integral, no particularmente en un dolor físico. El médico sanador y secretario de la agrupación Lickan Hampitur, Honorio Ayavire, argumentó que se trata de un don otorgado por Dios.
"Si Dios me dio un don, yo muchas veces no necesito cosas materiales para poder sanar o mejorar de una enfermedad incurable para la ciencia médica. Por ejemplo, las enfermedades de cáncer, en una persona la desequilibra porque piensa 'ya no tengo más remedio, porque verdaderamente estoy desahuciado de la ciencia médica', nosotros pedimos a nuestros médicos de los médicos que es un ser vivo, que es Dios a través de su hijo Jesús, si nos dio un don, nosotros con hacer un masaje, con poner nuestras manos, con hacerle un friega esta persona se va despojando de un dolor tan grave que tenía en su cuerpo", comentó el sanador.
19.253 es la Ley Indígena que reconoce la salud originaria.