Homenaje en vida
Señor director:
Permítanme expresar un deseo que compartimos un grupo de antofagastinos que guarda relación con tributar en vida el legado de un alcalde que, con su espíritu visionario y emprendedor, pensó y sacó adelante a una ciudad, no solo desde la perspectiva urbana, sino que también desde la óptica patrimonial.
Entre 1964 y 1967, Juan Floreal Recabarren Rojas tomó las riendas de la ciudad. Un período breve quizás, pero muy fructífero. La inauguración del Estadio Regional, la construcción de la Avda. Circunvalación (actual Padre Hurtado), la fundación del Antofagasta Portuario (hoy CDA), la celebración del primer centenario del poblamiento de nuestra ciudad, y luego (en un segundo periodo) afrontar de las duras consecuencias del aluvión de 1991, son su principal legado. Académico, destacado hombre público, político de buena cepa y un referente obligado de nuestra historia.
Como hijo de esta tierra, propongo que su obra en vida fuera perpetuada en el nombre de una avenida, específicamente la Avda. Padre Hurtado, una de sus principales obras como autoridad. Esto como testimonio de su gestión y esfuerzo por convertir a Antofagasta en "la ciudad del gran impulso", uno de sus principales lemas durante su administración.
Estoy sumamente convencido que esta propuesta, basada en el cariño y pertenencia a este terruño, calará hondo en muchos antofagastinos de corazón.
Felipe Troncoso Ossandón