Hace dos años y dos meses que Ramón Zavala comenzó a dar forma a su proyecto llamado "El Bosque Escondido", como una forma de recuperar el sector que se ubica a un costado de la población Coviefi y que es conocido como "Las Vertientes".

El joven, quien ha residido desde siempre en el sector Coviefi recuperó este espacio, para así volverle a dar vida como en las mejores épocas pasadas. Vegetación y fauna nativa, son parte del panorama, así como también lugares para el relajo y la tranquilidad, todo alejado del bullicio de la ciudad. Y lo que es mejor, todo lo que ha sido levantado en el bosque es material reciclado, es decir reutilizado, como pallets, neumáticos, hasta CDs que alguien desechó.

Y dentro de estas instalaciones se encuentran dos bibliotecas. La primera, en el centro del Bosque Escondido, alberga alrededor de cuatro mil textos para quien desee leer rodeado de la paz en el lugar.

Pero hace algunos días fue tanta la cantidad de libros que llegó en donación que Ramón, junto con colaboradores tuvieron que armar una segunda biblioteca, sumando así alrededor de tres mil 700 textos, cifra que llega a los ocho mil en total.

"En consideración a la otra biblioteca ésta es más chica, pero ocupada casi la misma cantidad de libros y ésta tiene tres mil 600 y eso es sólo porque es un aprovechamiento mejor del espacio. La primera la construí solo y la fui haciendo a medida que iban llegando los materiales y en este caso construimos esto súper rápido y por lo tanto, ya lo teníamos listo con los libros".

Ramón señala que los libros de esta segunda biblioteca fueron donados por el Colegio La Concepción, el cual funciona al interior de la Tercera Brigada Acorazada de la I División del Ejército.

Al igual que la primera biblioteca del bosque, ésta cuenta con sillones reutilizados para leer en total tranquilidad, mientras se aprecia el sonido de la fauna del lugar.

"La idea es que la gente pueda venir acá, tomar un libro y leer entre el silencio y la naturaleza que entrega el bosque, para fomentar la lectura y el lugar", añade.

Pero Zavala va más allá y señala que "cada vez que vengo encuentro personas y aprovecho de contar en qué consiste el proyecto, porque esto no sólo es crear espacios para que la gente venga a leer, sino que es también fomentar la protección de este lugar, el que hace dos años era un basural. Entonces con mucho esfuerzo y sin financiamiento se ha logrado, porque se pueden hacer las cosas, es cosas que se motive la comunidad".

Poco a poco la vegetación ha ido apareciendo en este lugar, donde el verde está ya comenzando a cubrir los cerros de La Coviefi.

La fauna también se hace presente señala Ramón y es así como en ocasiones una garza se deja ver entre la vegetación, sumado a insectos que en este espacio han encontrado un hogar y hasta un halcón peregrino que de vez en cuando se pasea por los rincones del bosque.

Además de las bibliotecas, también hay una pequeña escuelita, una zona donde se plantaron árboles y está la idea para poder en el futuro habilitar una laguna.

El proyecto crece sin parar y es así como lo que en un principio era recuperar un espacio lleno de basura y embellecerlo, ahora la idea es que la comunidad sepa de él y pueda hacerse parte. Para ello, el joven ya está trabajando con establecimientos educacionales.

"La idea es este año crear una constante relación con los colegios que están certificándose en la parte medioambiental y hacer la dinámica de lo que se enseña allá o en el caso que me inviten a una charla, después traerlos para acá y que conozca. El primero que aceptó fue el Liceo Andrés Sabella y el día de mañana por qué no, sumar también a las universidades".