Cobreloa frenó "la micro" en casa y se consolida como único líder de la B
Los pupilos de Víctor Rivero necesitaron de 45 minutos a un gran nivel para marcar diferencias y recuperar la punta del torneo. Lucas Simón volvió al gol y Axl Ríos fue figura.
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Fueron dos libretos distintos para una misma teleserie con final feliz. Así se resume la nueva victoria naranja en Calama, esta vez ante un tozudo Santiago Morning que prácticamente maniató el equipo de Víctor Rivero en la primera parte.
Si durante la semana, los jugadores apelaban a la paciencia para poder vulnerar a un equipo que se iba a parar con ocho hombres en su propio campo, esa misma la comenzaron a perder los hinchas con el pitazo que dio por finalizada la primera parte por parte del árbitro Rodrigo Carvajal.
Cobreloa no daba con el arco rival, se enredaba en una estrategia anunciada y poco prolija donde Juan Pablo Abarzúa -y a ratos el zaguero Sebastián Ramírez, evidenciando el desorden- trataban de asumir la salida desde el fondo para llegar con balón dominado al área "microbusera".
Justo allí aparecía el pelotazo, la refriega, las pocas ideas y la inconexión ofensiva. Los laterales no pasaban con balón dominado, hubo pocos cambios de frente y el ordenado elenco que dirige René Curaz ganaba los duelos individuales, sobre todo a la hora de presionar a Ignacio Jara y no dejarle espacios a Lucas Simón.
Con ello, los primeros 45 minutos solo tuvieron un gol anulado al capitán minero y la tardía llegada de este ante un centro de Abarzúa como avisos de peligro.
"a lo Liverpool"
Rivero trató de encontrar las soluciones en la banca mandando a Felipe Báez para buscar tenencia y meter pases filtrados pero una "avivada" de Gonzalo Abán destrabó el partido. El trasandino apuró un córner -como lo hizo Alexander-Arnold de Liverpool ante Barcelona por la Champions League- y allí, ante la pantalla de Simón, el volante Axl Ríos apareció por el centro del área para anotar el uno a cero.
Eso, más la expulsión de Mauricio Arias -tras propinarle un golpe sin balón a Baéz y ganarse otra tarjeta amarilla- prácticamente terminaron con la resistencia "bohemia".
Allí, con el "Maestrito" instalado en el centro de la cancha como aduana minera, con Axl Ríos haciendo el desgaste y la constante pasada de Christopher Díaz por su banda, Cobreloa comenzó a marcar diferencias.
Hubo dos que ayudaron en esa tarea. Ignacio Jara se metió detrás de los volantes de contención capitalinos y comenzó a sacarles metros con su habilidad. Y cuando el balón no lo tenía el seleccionado chileno sub 23, le quedaba al argentino Gonzalo Abán.
Fue "el Toro" quien provocó el segundo tanto, cuando se echó atrás y metió un balonazo largo que Lucas Simón no dio perdido. "El Santo", incómodo y desde el suelo se dio maña para sacar un remate por sobre la humanidad del golero Franco Cabrera y anotar el segundo gol, eso en el minuto 66'. Entre su emoción por reencontrarse con las redes, los abrazos de sus compañeros y el reconocimiento de la hinchada, el estadio Zorros del Desierto se vino literalmente abajo.
La tarde feliz en Calama no estaba completa porque Víctor Rivero tenía otra carta bajo la manga. Promediando la segunda parte hizo entrar a Rafael Viotti, que venía de no poder jugar hace prácticamente hace dos meses por una fractura en su mano derecha. El delantero se juntó en la primera que tuvo con Abán y casi alargaron las cifras.
Pero en la siguiente, cuando el reloj marcaba los 72', Abán peleó un balón que se perdía por la banda -como en Chillán, en el descuento de Ignacio Jara-, corrió y sacó un centro que encontró al "Caminante" perfilado en el primer palo para cerrar el marcador.
La goleada puso otra vez a "Los Zorros" en lo más alto de la tabla de posiciones, a un punto de distancia de Santiago Wanderers y tres por sobre su próximo rival, Barnechea.
Más allá de los números, la sensación de contundencia y apego a una idea de juego es la que deja mejores sensaciones. Cobreloa, cuando quiere, juega bien y marca diferencias en la cancha.
La Estrella