Redacción - La Estrella de Antofagasta
En la edición del miércoles 8 de mayo pasado, informamos sobre el calvario que vive Ricardo González, destacado exconductor de la línea de colectivos 44, quien recibió una condena de 3 años y un día por un delito que, afirma, no cometió.
Ello porque tal como lo indicamos en dicha oportunidad, el año pasado se encontraba viajando con su vehículo de trabajo sin ocupantes por Av. Argentina a la altura de Matta, a eso de las 16 horas del 23 de mayo, cuando un conocido le hizo parar y le pidió una carrera privada que incluía ir a buscar y trasladar a otros tres sujetos. Él accedió y cuando se desplazaban por calle Concepción Carabineros lo sometió a un control.
En aquella oportunidad los oficiales encontraron armas de fuego en el interior del taxi-colectivo, pistolas que de acuerdo a lo que comenta Ricardo, pertenecían a los ocupantes del servicio. El problema es que tras el procedimiento todos terminaron siendo procesados, y él recibió finalmente 3 años y un día en la sentencia.
"Yo estoy desesperado. Mi mujer, mi familia, estamos todos desesperados [...] con porte de arma no hay beneficios y me tengo que ir detenido [...] yo tengo mis antecedentes limpios. Yo no soy una persona de mal...", comenta el chofer que el año pasado salió seleccionado entre más de 1.500 historias a nivel nacional, representando a Antofagasta en la iniciativa Nuevos Héroes. Un reconocimiento que se entrega a quienes realizan actividades desinteresadas en apoyo al prójimo. Su nominación se debió a la ayuda que él brindaba al no cobrar el pasaje a bomberos, adultos mayores y personas en situación de discapacidad.
Recurso
Recordemos que ayer vencía el plazo para que ingresara a cumplir con su condena, pero el viernes de la semana pasada su nuevo abogado mandó un recurso de apelación y ahora hay que esperar por su juicio en la Corte Suprema. "Durante todo ese tiempo, que será un mes y medio más, voy a juntar el mayor de los recursos para por último intentar cumplir la condena de otra forma... No preso", agrega.
Con la ayuda de su iglesia (Segunda Iglesia Bautista), este esposo y padre de tres pequeños hoy busca el apoyo de quienes en el pasado pudieron recibir su ayuda en el colectivo.
"Vamos a hacer actividades para poder pagar todo lo que cuesta esto que hoy no tengo chance con el sueldo que gano [...] pero en este momento lo que más me importa es el fallo, para que se vuelva a investigar bien, porque el recurso que se envió decía que en el fallo solamente se basaron en la palabra de Carabineros y no tomaron mi declaración ni más pruebas. Así que no es justo [...] Lo que más quiero es que se pericien las huellas digitales de las pistolas", concluye.
Su caso ha sido ampliamente comentado en medios locales y nacionales.