En directo y sin intermediarios
Estimado director:
Ante las profundas crisis de las iglesias católica y ahora de las evangélicas, ampliamente divulgadas en el país y que han provocado profundos cuestionamientos por las actuaciones de sus máximas autoridades respectivamente, las que han sido más terrenales y mundanas que celestiales, está llevando a los fieles de ambas instituciones religiosas a elegir la opción de tener una relación directa con Dios, sin ocupar a ningún intermediario para hacerlo, es que ya no dan el ancho.
Tal vez está decisión marque el punto de inflexión de la crisis de la fe en ambas iglesias, obligándolas a tomar drásticas medidas para intentar revertir la situación, para recuperar en propiedad sus roles de seguir siendo los interlocutores validos, creíbles y responsables de predicar la palabra de Dios en la tierra. Aunque todo indica que mientras más directa sea la conversación entre dos personas, en este caso entre un creyente y Dios, los mutuos mensajes tendrán cero distorsión, serán de primera fuente, algo no muy factible cuando se realizan a través de intermediarios, que lamentablemente tienen sus conciencias y sus manos puestas en otros lugares, en absoluto muy consecuentes con su fundamental labor, de ni más ni menos, que de facilitar nuestra comunicación con Dios.
La comunicación directa con Dios fue, es y seguirá siendo la mejor, nunca está ocupada la línea, está siempre disponible, no hay demoras, con tiempo ilimitado para hablar, a la hora que usted lo necesite y gratis, piénselo...
Luis Enrique Soler Milla
Flexibilidad
Señor director:
La flexibilidad laboral con un marco normativo claro no es enemiga de la productividad ni de los derechos de los trabajadores.
Esta herramienta se ha convertido en una característica importante de las empresas que quieren atraer y retener el mejor talento, ofreciendo al empleado diversidad de actividades, horarios variables y la posibilidad realizar su labor desde diversos sitios, que pueden incluir desde una oficina o sitio de trabajo convencional, hasta la posibilidad de trabajar desde su casa o un centro de oficinas remoto.
Y aplicada por una empresa formal y responsable, no es otra cosa que optimizar la disponibilidad de recursos en función de objetivos concretos.
Tomás Orellana B.