Jauría de perros salvajes sería el terror del ganado en Coyo: mataron hasta a un burro
Vecinos cuentan que de noche los canes han asesinado decenas de conejos y gallinas. En Caspana, un puma mató varias llamas pero comunidad no puede hacer nada, porque es especie protegida. SAG trabaja en mesa para tratar el tema de los carnívoros.
Cuando llega la noche y los pobladores de Coyo se van a dormir, el silencio en la comunidad cercana a San Pedro de Atacama suele romperse con los ladridos de los perros. No solamente los perros que tienen sus habitantes, sino que una jauría salvaje estaría haciendo de las suyas atacando al ganado. Le pasó a Alicia Puca hace seis meses: un día viajó a Calama a buscar a su mamá. Ida y vuelta, tres horas. Volvió y vio a su perro amarrado, con un conejo a su lado. "Me asusté y fui para atrás", cuenta. Y ahí, cerca de 30 conejos estaban muertos, arrasados por los perros salvajes que ni siquiera se los comieron. "Algunos se salvaron, los que se quedaron en la casa", dice Alicia, quien nunca vio a los animales que mataron a sus conejos pero ha escuchado que es una jauría la que anda por el sector.
Jorge Álvarez, tesorero de la comunidad, pilló a uno de ellos. "Sin mentirle, hace dos semanas a una vecina le comieron 25 conejos y como 30 gallinas le mató", asegura. Después de un incidente, el mismo Álvarez pilló a una perra y la llevó a San Pedro de Atacama para que la esterilizaran.
El problema viene de por lo menos cuatro años, dice el atacameño. A su casa, por suerte, no se han metido, porque tiene a dos perros que no dejan entrar a nadie. ¿Y de dónde salieron estos salvajes? El vecino Carlos Vega señala que los traen personas de los alrededores, los dejan tirados y los perros, abandonados, empiezan a rondar por ahí. "Uno los puede atrapar pero no se dejan. Atacan de noche, y usted sabe que tampoco se pueden eliminar", dice Jorge Álvarez.
A Vega no le ha pasado nada, pero conoce de ataques de perros furtivos. "La otra vez mataron a un burro", dice. "De noche salen sus andanzas, salen a caminar y de día se juntan", comenta.
Este medio intento hablar con la presidenta de la comunidad, Lady Sandón, pero dijo que era un "tema interno".
Especies protegidas
Además de perros salvajes, en la región hay reportes de pumas, zorros chilla y zorros culpeo que atacan el ganado de agricultores de los sectores cordilleranos, principalmente llamas. En Caspana, seis llamas murieron en mayo atacadas por un puma. Crescencio Anza, presidente de la comunidad, dice que a su familia y a otra del pueblo les mataron los llamos y ahí quedaron.
"Hay una parte donde comen los animales, cerramos ahí para que coman y los dejamos ahí para el otro día. Y ahí amanecieron muertos", dice Anza. El "león", como le dicen, atacó directo al cuello de las llamas. El punto es que sale bastante caro, porque un llamo puede costar desde 100 mil a 400 mil pesos. "Nosotros le avisamos al SAG pero ellos dicen que no pueden hacer nada, porque como este animal está protegido, nosotros tampoco podemos eliminarlo o ponerle trampas. Estamos de brazos cruzados, como dicen", lamenta el presidente de la comunidad. Esto, porque el puma está protegido por la Ley de Caza, igual que el zorro culpeo y el zorro chilla.
Según datos del Servicio Agrícola y Ganadero, y de acuerdo a las cifras denunciadas y verificadas, el año pasado hubo un total de 12 animales depredados y durante lo que va de 2019, la cifra se duplicó: 25 muertos.
El mismo SAG está desarrollando una mesa de trabajo con comunidades del interior de la región de Antofagasta para abordar la problemática del ataque de estos carnívoros al ganado doméstico. "La experiencia pecuaria al respecto dice que los ataques más graves e importantes por número de animales y pérdida de patrimonio ocurren en ovinos y caprinos, aves y conejos, afectando seriamente la condición de seguridad alimentaria de los tenedores involucrados, dado el ciclo corto productivo de las especies", dice la directora regional, Angélica Vivallo.
En ese sentido se busca también detectar los posibles focos epidémicos relacionados a la depredación. Hasta ahora se han reunido con las comunidades de Machuca, Talabre, Ollagüe, Toconce, Lasana y San Pedro de Atacama, pero las medidas aún están en evaluación por parte de los participantes de la mesa de trabajo.
4 especies están depredando animales: el puma, los zorros culpeo y chilla y los perros. Los primeros tres están protegidos.