Natividad Espinoza
El estado de Texas (EE.UU.) es el origen de los llamados "rage rooms" o "anger rooms" que, como su nombre lo dice, son verdaderas "piezas de la ira", donde reina la destrucción.
Estos espacios no tienen más de dos años de existencia en el mundo y han tenido mucho éxito en países como Canadá y Serbia, donde es común encontrar habitaciones llenas de objetos destinados a ser destrozados por personas furibundas que son llamadas "breakers".
El objetivo de estos "juegos" es "desestresarse y liberar toda la ira del diario vivir en un ambiente controlado y protegido", explicó Marco Vásquez, uno de los socios fundadores de 60 No More Escape Room (Escaperoomchile.cl), donde hace menos de dos meses debutó el primer rage room de Chile.
En este lugar ubicado en la comuna de Providencia se da un máximo de 15 minutos para que uno o dos jugadores rompan botellas de vidrio, platos y artículos electrónicos como computadores y cafeteras (además de extras que pueden llevar los participantes si lo desean). ¿Con qué? Con herramientas como "un diablito, un bate de béisbol, un palo de hockey, un mazo, un martillo y hasta un pollo de goma de esos que gritan, porque la idea es que sea también algo divertido, algo lúdico", detalló Vásquez.
"Para prevenir que el jugador sea presa de su propia ira le entregamos todos los elementos de seguridad pertinentes. En este caso se trata de punteras para proteger los zapatos, overoles, guantes, lentes, una máscara y un cubrecuello. Así pueden destruir cosas tranquilamente", aseguró el socio de 60 No More.
La habitación preparada para la acción corresponde a un espacio con las paredes revestidas de madera en bruto, puesto que la idea es que el ambiente sea más bien industrial. "Entonces, la gente puede lanzar objetos contra las murallas y no pasa nada", manifestó Vásquez.
Los objetos y artefactos para romper, en tanto, se disponen en el suelo y sobre una resistente mesa que figura como el único mueble. Y como ningún ambiente está completo sin música, en 60 No More ofrecen a los destructores tres playlists a elección (o llevar una propia en un pendrive) para el momento de la catarsis: heavy metal, música "de despecho" y música "de ascensor", "tipo Garota de Ipanema", precisó Vásquez.
¿es una buena idea?
La psicóloga y académica de U. Mayor, Dominique Karahanian, sostuvo que, efectivamente, destruir objetos ayuda a liberar estrés. No obstante, recomendó más la modalidad solitaria, ya que "con más gente podría ser contraproducente porque uno tiende a compararse con el de al dado". Pero Vásquez cree que es más divertido de a dos.