Aunque según el último Estudio Nacional de la Discapacidad un total de 37.583 personas tienen algún grado de discapacidad en la región, solo 9.025 han obtenido la certificación de su condición de salud. El resto, 26 mil, quedan impedidos de tener una serie de beneficios que otorga la ley. Así señaló la seremi de Salud, Rossana Díaz, en una capacitación efectuada en Calama por la Compin.

Las personas que tienen su certificación de discapacidad pueden tener uso libre de estacionamientos, franquicias aduaneras para la importación de vehículos, ayudas técnicas como bastones y sillas de ruedas mediante Senadis, además de oportunidades en el mundo laboral y subsidios habitacionales.

En Calama, en tanto, se enseñó el uso del Instrumento de Valorización de Desempeño en Comunidad (IVADEC-CIF), con el que se puede crear un "informe de desempeño" que es enviado a la Compin y que hacer que el organismo certifique el grado de discapacidad de la persona interesada.

Con una ceremonia en el auditorio del plantel se dio por inaugurada la nueva sede de la Universidad Pedro de Valdivia en Antofagasta. El recinto, que está ubicado en Prat 801 (esquina Ossa), tiene diez salas de clases, tres mil metros cuadrados construidos, una biblioteca, un auditorio y áreas de esparcimiento. En total, se invirtieron US$100 mil para desarrollar la infraestructura. "Este nuevo campus es muy importante como señal, el decirle a Antofagasta que la Universidad Pedro de Valdivia quiera proyectarse con Antofagasta", dijo el rector de la casa de estudios, Rafael Rosell.

Las nuevas instalaciones, beneficiarán a los alumnos de Derecho, Enfermería, Educación Parvularia, Pedagogía General Básica, Pedagogía en Inglés y Pedagogía en Educación Física.

El nombre Ossa, con el cual quedó la sede, fue escogido por estudiantes, funcionarios y egresados. Esto, ya que se realizó una convocatoria por parte del área de Vinculación con el Medio que invitó a buscar un nombre en común que identificara a la institución.

Ignacio Araya

Faltan dos años aún para que se desmantelen totalmente las instalaciones de los estanques de combustible en la costa de Antofagasta, pero el traslado total de las operaciones a Mejillones no le gustó nada al alcalde de esa comuna, Sergio Vega. "Por una parte, que bien que Antofagasta saque esos estanques de ese lugar, pero qué mal donde los llevan", comenta el edil, quien dice que la empresa tampoco ha tenido contacto con la municipalidad para conversar sobre el tema.

Aunque ya es hecho consumado -hace rato que Enex está operando ahí y ya tienen el 80% de la planta-, Vega se preguntó si se le tomó el parecer a la comunidad sobre el traslado desde Antofagasta. "No me parece esto, que sigamos convirtiéndonos en el patio trasero de otras comunas", argumenta el edil, señalando que si el alcalde José Guerrero fue a Santiago a manifestar su disconformidad con la doble vía de Sierra Gorda, ellos van a hacer lo mismo.

Vega explica que el tema de la contaminación acompleja a la comuna. Hace pocos meses, de hecho, se presentó el estudio de la bahía donde se muestra que hay niveles bajísimos de oxígeno en parte de sus aguas. "Insisto que no estamos de acuerdo y vamos a hacer todo lo posible para que estas cosas no sigan repitiéndose", dice el alcalde.

Mejilloninos opinan

José Sánchez, dirigente de los pescadores, cuenta que los mejilloninos están "súper enrabiados" porque "no se nos consulta nada" y en temas así se culpan unos a los otros. "Esto venía amarrado desde hace mucho tiempo", comenta. También agrega que en el tema general de contaminación no ha pasado mucho. "No nos dan audiencia ni para una reunión", señala apuntando a las autoridades.

"Es una lucha que nunca va a terminar", opina Elda Mayorga, microempresaria de la comuna. Resignada, coincide con eso de que Mejillones es el "patio trasero" de una casa. "¿Qué saca uno de reclamar, de patalear, si al último terminan haciendo igual las cosas?", piensa.

En tanto, la presidenta de la Junta de Vecinos Punta Angamos, Mónica Cortez, comenta que en este tipo de casos "las cosas vienen empaquetaditas de Santiago" y que si bien las industrias son un adelanto, no tanto lo son para la comuna como tal. "Toda la plata se va a Santiago. Si fuera acá se hicieran cosas para ir eliminando la contaminación y todo lo que está aquí", dice la vecina.