Las proyecciones de la Biblioteca Viva al cumplir 11 años en Antofagasta
El espacio cultural ya no solo se dedica a los libros: organizan conversatorios, tocatas y hasta talleres de confección textil.
Ignacio Araya
Cientos de artistas, exposiciones, talleres y conversatorios han pasado por la Biblioteca Viva del Mall Plaza Antofagasta. Y, por cierto, miles de lectores que van a pedir prestado un libro o lo pasan a leer un rato antes de seguir la jornada. Carlos Pérez, director de la Biblioteca, guarda los recuerdos de más de una década del espacio en la comunidad, a propósito de su aniversario número 11 que se celebra por estos días.
El origen se remonta a la alianza entre la fundación La Fuente y Mall Plaza, que buscaba instaurar bibliotecas en centros comerciales. En Santiago comenzaron a surgir las Bibliotecas Viva en los Mall Plaza y de ahí empezó a avanzar por Chile, hasta abrir una en nuestra capital regional. "Es la primera experiencia de este tipo en Hispanoamérica".
Además de los libros, en esos años la biblioteca llegaba a ofrecer una experiencia novedosa: computadores con acceso a internet, películas, cómics, un espacio para actividades. "El afianzamiento se fue logrando a través de la novedad que significó tener una biblioteca en un espacio tan poco común", recuerda el director del espacio sobre la oferta, que, dice, trabaja con público de los cero hasta los 90 años.
Cierre, apertura y futuro
En 2016, un breve comunicado anunciaba que la Biblioteca Viva cerraba, argumentando que un "cambio en su plan de desarrollo" motivaba su cierre a partir del 31 de marzo de ese año. La comunidad cultural antofagastina respondió de inmediato. Tanta molestia generó el anuncio, que decenas de personas fueron a hacer una velatón a la misma oficina en contra del cierre, con pancartas y globos.
La presión hizo echar pie atrás. "Hay una afección personal y un reconocimiento al trabajo que habíamos hecho, se creó un apego y una relación que es la que tenemos muy especial con los usuarios", señala Carlos Pérez.
El director del espacio cultural cuenta que salieron del mundo literario a expandirse a toda forma de expresión cultural: "Ahora nos estamos dedicando a hacer actividades que tengan interés o puedan potenciar el desarrollo humano, entonces también tenemos cosas relacionadas con la confección textil, tenemos talleres de audiovisuales. En definitiva, talleres de interés general para que la gente pueda acercarse a la biblioteca sin tener necesariamente una relación con los libros".
El espacio cultural local se proyecta, explica Pérez, con el desarrollo comunitario. "Ayudar a que las personas puedan expandir sus horizontes a través del arte en cualquiera de sus manifestaciones", dice.
ignacio.araya@estrellanorte.cl