La historia de la refugiada que nació hace 80 años en el Winnipeg
Agnes América Winnipeg Alonso Bollada llegó a este mundo a bordo de la embarcación que trajo a más de dos mil españoles a nuestro país. "Me siento muy chilena, aunque reconozco que cuando voy a España también me siento española", dijo.
Marcela Guajardo Pérez - La Estrella
Agnes dice que cada vez que se acerca un nuevo aniversario de la llegada del Winnipeg a Valparaíso le viene la nostalgia porque recuerda a sus padres.
"Los dos fallecieron con más de noventa años y yo estuve con ellos en sus últimos días. Echo mucho de menos a mi mamá", confiesa.
Agnes América Winnipeg Alonso Bollado nació el 6 de agosto de 1939 a bordo del buque francés Winnipeg que trajo a más de dos mil refugiados españoles en Francia a Chile, gracias a la gestión del entonces delegado de la inmigración española, Pablo Neruda.
Una orden del Presidente de la época, Pedro Aguirre Cerda, permitió a la familia, en esos momentos compuesta por su padre, su madre y su hermano mayor, poder salir del hacinamiento de la época en Francia, una vez terminada la Guerra Civil Española y vivir con tranquilidad en Valparaíso. El viaje se convirtió en el de mayor contingente de pasajeros en toda la historia del exilio republicano español.
"Otras mujeres embarazadas no pudieron subir al barco, pero mi madre se empeñó en hacerlo y con mi hermano de la mano les dijo: 'Al barco o al mar' y lograron embarcar".
Sin embargo, a los dos días de haber zarpado, Piedad Bollado comenzó su trabajo de parto y Agnes nació antes de lo previsto.
Madre e hija fueron cuidadas y protegidas durante el viaje, lo que permitió que pudiera sobrevivir a pesar de nacer prematura. Con solo 26 días de nacida, Agnes llegó sana y salva al puerto de Valparaíso en los brazos de Piedad.
Winnipeg
Llamado también el "Barco de la Esperanza", el Winnipeg zarpó el 4 de agosto de 1939 desde las costas francesa llevando a 2.078 refugiados españoles. Iban familias como la de Agnes, jóvenes de distintos pensamientos políticos, artistas y prisioneros de los campos de concentración que fueron liberados luego del término de la Guerra Civil Española, todos ellos escapando de las terribles condiciones de vida que existían en su país en esa época y con la amenaza latente de una nueva guerra.
El carguero Winnipeg tenía capacidad para 70 personas, por lo que sus bodegas tuvieron que adaptarse para embarcar a la gran cantidad de refugiados.
A pesar de la precariedad en que viajaban, los pasajeros se organizaron para repartirse las tareas de aseo, se formaron coros de música, se realizaban obras de teatro y clases de pintura para los niños.
La tarde del 3 de septiembre el Winnipeg llegó a Valparaíso con dos personas más que no estaban consideradas en la lista de zarpe: Agnes y otro niño de nombre Andrés, ambos nacidos durante el viaje de casi un mes.
"Mis padres me contaron que nos recibieron con los brazos abiertos. Había una banda de música y alojamiento para nosotros. Ellos estaban muy agradecidos de Chile y a pesar de que viajaron a España un par de veces, nunca quisieron volver", cuenta Agnes.
Mientras muchos refugiados decidieron establecerse en Santiago, Eloy Alonso y su familia se quedaron en Valparaíso, donde siete años después, nació su hermano menor. "Mi padre fue marino mercante, entonces quiso quedarse cerca del mar, una idea que me encantó, porque la verdad es que no me gusta mucho Santiago", reconoce Agnes.
Su padre encontró un trabajo fuera de su área, pero la familia logró salir adelante.
Sin embargo, mucho tiempo después, Agnes descubrió que no tenía la nacionalidad española, ya que su padre la inscribió en el Registro Civil de Valparaíso como chilena y al haber nacido en una embarcación de bandera francesa, también tenía esa nacionalidad.
Luego de muchos trámites logró obtener su pasaporte español junto al chileno. "No sabría decirte qué me hace más chilena y qué más española, pero reconozco que la sangre tira cuando he visitado España, es algo que no se puede explicar. Pero siempre me he considerado chilena", dice Agnes.
Aniversario
En agosto se cumplieron ya 80 años desde que Agnes, su familia y todos esos refugiados encontraran un hogar en nuestro país.
"Es una alegría muy grande y doy gracias a Dios por estar bien. Tengo muchos recuerdos bonitos de Valparaíso de esa época, que era una ciudad muy hermosa, muy distinta a como está hoy", señala Agnes, quien por segundo nombre recibió el de América en honor al nuevo continente al que llegaba su familia y por tercero recibió el de Winnipeg, en agradecimiento a la embarcación que la trajo con vida a Chile.