Sobrepoblación de la cárcel de Calama es de 56% y piden acelerar nuevo penal
Centro penal está en el centro desde 1957. El alcalde dice que solicitará a Justicia información sobre los avances.
El domingo pasado, cuando habían pasado pocas horas desde la fuga de cuatro reos del Centro de Detención Preventiva (CDP) de Calama, el director regional de Gendarmería, coronel Pedro Ferrada, reconoció que el penal está colapsado de gente. "Hemos tratado de tener muchas normas de seguridad, pero ya se nos está desbordando", dijo la autoridad de los gendarmes.
Si bien la cárcel calameña tiene capacidad para 306 internos, actualmente hay 478, teniendo una sobrepoblación del 56%. El seremi de Justicia, Juan Enrique Jara, explicó que la nueva unidad penal está priorizada en el Plan Regional de Gobierno, "y en virtud de ello, seguimos trabajando, durante este periodo, en la etapa de diseño de esta iniciativa".
Sin embargo, no se han anunciado plazos definidos para el inicio de su funcionamiento. El alcalde de Calama, Daniel Agusto, dijo que como municipio pedirán un informe a Justicia. "Que nos digan efectivamente cuanto falta, y en qué etapa está el proceso de construcción de la nueva cárcel".
El proyecto del "Centro Penitenciario Calama" tendrá una capacidad proyectada para 980 internos. En 2018 se dijo que la extensión del penal sería de 34 mil metros cuadrados, con otros 12 mil para el uso de actividades. El penal estaría a 33 kilómetros de la ciudad, en el camino a San Pedro de Atacama (intersección de la 23CH y la B195). El proyecto tiene un costo aproximado de 88 mil millones de pesos.
El alcalde Agusto dice que la situación en la actual cárcel no resiste más, tanto por el hacinamiento como por el hecho de que continúe en el centro de la ciudad, junto a la avenida Granaderos, lo que genera inseguridad en la población. "Además, su construcción es demasiado antigua y sus instalaciones están en estado deplorable", explica sobre el edificio construido en 1957.
"Estamos haciendo un llamado para que se agilicen los procesos y que efectivamente ya comencemos a formalizar las etapas y terminar las etapas administrativas para comenzar con las etapas de licitación y construir la cárcel que es lo que se requiere", agrega el edil de la capital loína.
La diputada Marcela Hernando, en tanto, comenta que la cárcel no cumple con los estándares mínimos. Esta semana, explica, entra la ley de presupuesto del próximo año.
"Me encargaré de verificar personalmente que se encuentre en las partidas presupuestarias correspondientes", comentó sobre los recursos para que la cárcel de Calama sea una realidad. Su par José Miguel Castro dijo que oficiará para que trasladen parte de la población penal a la cárcel de Antofagasta.
La fuga de 2002
Hace 17 años, el 21 de febrero de 2002, 29 presos salieron fugados por una puerta de servicio que da a la calle Antofagasta, que entonces se usaba para sacar la basura. La prensa de la época relata que varios arrancaron en automóvil, en un día en que habían 45 gendarmes. "La fuga fue tan grande, que se entiende que tuvo que haber ayuda de algún lado", decía el entonces director regional de Gendarmería, Luis Sandoval.
Ocho reos fueron capturados el mismo día, mientras otros aparecen entre las matas de Yalquincha o tratando de ir a San Pedro. Varios días después, uno de los fugados se entregó voluntariamente. Toda la policía lo buscaba, pero él se bajó tranquilamente de una micro para volver a la cárcel.
Finalmente, dos gendarmes fueron dados de baja por ese episodio, mientras que uno de los cabecillas de la fuga apareció caminando por las calles varios días después de ocurrida la fuga en Calama, el 11 de marzo de 2002.
980 internos es la capacidad del penal proyectado para ser ubicado en las afueras de la ciudad.