Don Sergio, tras ver el video donde lo saltan en skate: "Me dieron ganas de llorar"
Tras perder sus piernas y un brazo en un accidente, Sergio Vergara pide la ayuda de las personas. Hace poco, unskatersaltó en patineta por encima suyo, como si fuera un objeto. Él dice que no autorizó algo así y que sintió impotencia.
La primera imagen que Sergio Vergara (49) recuerda de lo que pasó a principios de septiembre es haber visto a un joven por los aires. Fueron segundos rápidos. Él estaba recostado en el Paseo Prat, pidiendo una colaboración de la gente, cuando un skater a toda velocidad saltó con su patineta por encima suyo, como si él fuera una banca o un objeto cualquiera en medio de la calle.
Vergara no tiene piernas ni el brazo derecho. No podía esquivar al tipo de la patineta, no podía hacer nada. Solo pudo "pararles el carro", dice. Sintió que había sido una falta de respeto, pero el tema quedó ahí, hasta que regresó del sur donde pasó las Fiestas Patrias.
"Cuando me bajé del terminal, recién me enteré que habían subido ese video al Facebook. Pero nunca pensé que me estaban grabando", cuenta. A esas alturas, el video ya estaba corriendo por internet y miles lo compartían en sus redes, con mensajes tanto de rabia contra quienes lo habían hecho, como otros que hasta ironizaban con lo que había pasado ("La Estrella" aún no ha podido dar con el origen del video ni de los jóvenes que grabaron esos segundos).
El hombre dice que cuando se enteró que estaba circulando el video se sintió pésimo. "Me dio una impotencia y ganas de llorar, porque muchos lo toman a bien y muchos lo toman a mal, y se ríen de las personas". Muchas personas que pasan por Prat le han preguntado si él autorizó que lo grabaran como un obstáculo en una pista de patineta. Y él les responde que no, que no lo hizo.
Meses en el hospital
El accidente pasó en 1990, dice, en la época en que vivía en Chillán con su familia. Tenía 20 años cuando unos asaltantes lo tiraron al paso del tren. Los angustiantes ocho meses siguientes los pasó en el hospital, donde pese a las graves heridas que tuvo, sobrevivió. Sergio regresó a su casa sin tres de sus extremidades.
"Cuando pasó el accidente, quería puro morirme. Pero mi Dios me dejó con vida, es por algo", cuenta. Ya no podía trabajar, y el bajón anímico lo tuvo tomando todos los días. "Al final dije 'esto no es para mí'. Me chanté y salí a la calle". Su hermana menor fue la que le pidió que dejara el trago, y de un día para otro salió a trabajar.
Hace cinco años que Sergio vive en Antofagasta. En Chillán quedó su hermana, y acá vive con un sobrino que lo va a dejar todos los días a Prat y después lo pasa a buscar tipo seis de la tarde. Compra para tomar once, llega a la casa, cocina, toma té y se va a la cama. Al día siguiente, se baña y se viene al paseo. La rutina es así, siempre: de avenida Argentina -donde vive- al centro, diez minutos contados. "La gente me apoya, me da monedas y tengo para mis gastos, para pagar mi arriendo", cuenta.
Perdón, si
Sergio Vergara se pregunta qué habría pasado si el skater hubiera fallado en la mitad del truco. ¿Y si le pegaban con la dura madera de la patineta en las costillas? ¿O si el joven se cae encima? "Ahí quedo", dice. "Son cabros jóvenes, pero deberían ponerse los cinco dedos en la frente para hacer una maldad así. Es muy feo lo que hacen porque esos no son dos no más, son hartos. Lo toman a la chacota, como un juego y eso no es así".
-Si ellos vinieran a pedirle disculpas, ¿usted se las aceptaría?
-Sí, para que no lo hagan nunca más. Porque, ¿qué saco con no disculparlos? Para que algún día tomen conciencia de lo que hacen.
Vergara no piensa en volver a Chillán. En Antofagasta está tranquilo, "porque allá hay mucho vicio", comenta. Con las lucas que hace de la ayuda de las personas, dice, también puede apoyar a su familia, pese a las limitaciones. "Yo salí adelante gracias a Dios. Estoy agradecido de la gente".