Fiscalizan farmacias por stock de medicamentos bioequivalentes
Si no los tienen se exponen a sumarios, multas e incluso clausuras. Deben informar y brindar alternativas a clientes.
En una población cada vez más envejecida y donde los adultos mayores utilizan cinco remedios distintos por día, el costos de los medicamentos es un tema prioritario para aliviar los bolsillos de los chilenos.
Hace un tiempo se destapó la colusión de las farmacias y pese a que se tomaron medidas, los precios de los medicamentos siguieron por las nubes, donde una familia destina en promedio más de $50 mil al mes por este concepto, según un estudio del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián (IPSUSS). Ello a pesar que la mayoría de los medicamentos tienen alternativas económicas y que hasta hora, al parecer, no eran "difundidas" por las farmacias a los consumidores.
Pero afortunadamente la historia cambiará para el bolsillo de los clientes. A contar de esta semana los locales de las distintas cadenas y farmacias independientes tienen la obligación tener medicamentos bioequivalentes del petitorio mínimo que exige la normativa vigente. Es decir, deben tener disponibilidad de los 239 medicamentos del petitorio mínimo y de éstos 79 con bioequivalencia comprobada por el Instituto de Salud Pública (ISP).
En palabras simples esto quiere decir que las farmacias deben tener en su stock el medicamento genérico bioequivalente que consta de la misma calidad y efecto que el medicamento original o innovador de un determinado laboratorio farmacéutico.
Pía Ordenes, fiscalizadora de la Unidad de Profesiones Médicas y Farmacia de la Seremi de Salud, explicó que no basta con que las farmacias tengan los genéricos bioequivalentes, sino que informen y brinden alternativas a los clientes.
En una fiscalización realizada ayer en una sucursal de la cadena Salcobrand, la profesional ejemplificó un ahorro de más de $60 mil en un medicamento para el colesterol. El innovador Lipitor cuesta $64.990, mientras que el bioequivalente Lipox $21.999 y el genérico bioequivalente sólo $3.699.
La única diferencia a pesar de tener el mismo componente, Atorvastatina, es que el primero es un medicamento original, el segundo un bioequivalente con nombre de fantasía y el último, el más económico, porque en su etiqueta sólo figura el nombre del compuesto base.
La nueva normativa obliga a las farmacias, entre otros aspectos, a informar sobre ello a los clientes al momento de comprar e incluso disponer un listado para que éstos se informen oportunamente. Además, si el cliente no encuentra uno de los 79 genéricos bioequivalentes del petitorio mínimo, se expone a multas, sumarios e incluso clausuras ante fallas reiteradas.
La Política Nacional de Medicamento lanzada esta semana busca que las personas puedan acceder a fármacos de calidad a menores precios y con mayores facilidades.
79 son los medicamentos genéricos bioequivalentes que las farmacias deben tener sí o sí.