Cartas
Civilidad
Señor director:
Resulta difícil opinar en esta crisis institucional tan grave que vive nuestro país, pero los demócratas sinceros debemos hacerlo, quedarse callado es dar pauta nuevamente a que otros den recetas añejas, malas y equivocadas (o convenientes para ellos) de las posibles soluciones que tanto piden los ciudadanos indignados de Chile. Ya basta, los señores diputados y senadores deben callarse, ya que los últimos 25 años han tenido tribuna siempre y no han solucionado nada, al contrario, han avalado con su proceder las inequidades que tanto afectan a los ciudadanos.
Debemos olvidar si la culpa o responsabilidad fue en el pasado u hoy, eso ya fue y no tiene solución. La violencia desmedida de algunos destruyendo el bien público, lanzando piedras, quemando vehículos o asaltando supermercados, no es la solución, tampoco reprimiendo con fuerza desmedida a ciudadanos que en forma pacífica demuestran su descontento con cacerolazos. Las fuerzas de orden deben contener y no golpear, el Estado de Derecho debe primar.
No existen recetas mágicas para esta crisis tremenda que nos afecta a todos, sin embargo creemos humildemente que después de 40 años como dirigentes sociales algo tenemos que decir, pues comemos del mismo plato y sufrimos los mismos dolores y frustraciones, como asistir al hospital y esperar 12 horas por mala atención. Además venos las continuas alzas de electricidad, agua, gas, celulares, pensiones indignas, planes de isapres abusivos, colusiones con los remedios, buses, pañales (y con todo respeto ni en el inodoro nos dejaron tranquilos porque se coludieron con el confort). Y la guinda torta es solicitar un préstamo al banco con cláusulas abusivas. ¡Hasta cuándo, por favor!
Lo que sí no podemos hacer es tratar de "apagar un incendio con bencina", las peticiones son muchas más, sin embargo no podemos exigir todas, porque es imposible lograrlo y sería irresponsable. El populismo mal llevado es nefasto. Lo que sí no podemos esperar mucho, ya que la ciudadanía está muy mal por promesas incumplidas y no queremos más letra chica ni vacíos legales, ello insulta nuestra inteligencia.
Existen voces que piensan que debemos pedir la renuncia del ejecutivo, no estamos de acuerdo pues traería más caos. Debemos dejar que gobierne con sus fortalezas y debilidades, total nadie es perfecto y todos nos equivocamos.
Señor Presidente, con humildad y con el derecho que nos avala el bien común solicitamos que cumpla su promesa de incorporar en el nuevo pacto social a los colegios profesionales, académicos, trabajadores y a los dirigentes vecinales ya que tenemos mucho que decir y nunca nos consideran.
Héctor Poblete Gómez