Una chilena en la sala de control del mayor observatorio del mundo
En su niñez, Celia Verdugo vio cómo trasladaban los grandes espejos del telescopio VLT en Antofagasta. Desde entonces quiso ser astrónoma y hoy es la única chilena que va al observatorio a tomar datos en la sala de control. Científica, amante de la divulgación y también una amante incondicional del rock clásico.
Cuando era niña vio una imagen que marcaría su destino para siempre, convirtiéndola en lo que es ahora. Celia Verdugo quedó entusiasmada cuando a principios del milenio presenció cómo camiones pasaban por Antofagasta llevando los grandes espejos que tendría el VLT (Very Large Telecope), el telescopio más grande del mundo y que hoy permanece en Cerro Paranal.
A partir de ahí surgió el interés por el Espacio, las estrellas, lo que hay más allá de nuestro planeta y así es como actualmente se dedica a su trabajo de astrónoma en ALMA, el radiotelescopio más importante del planeta y cuyas 66 antenas ubicadas en el Llano de Chajnantor están atentas observando el Cosmos.
El mérito es mucho, teniendo en cuenta que son pocas las mujeres en el mundo de las ciencias y el número de chilenos en ALMA es aún más reducido.
"O sea, en ALMA hay más mujeres. No soy la única chilena en ALMA pero sí la única que va al observatorio a tomar datos. En la sala de control yo soy la única astrónoma chilena estando ahí (hasta el momento de esta entrevista)", señala.
Celia no es antofagastina como tal, aunque gran parte de su niñez se mantuvo yendo de colegio en colegio en la Perla del Norte, como es el caso del The Giant School, San Esteban y en el British School.
Lo suyo es más bien una mezcla de culturas. Pese a que su familia es originaria de la Región del Maule, ella nació en Buenos Aires y es por ello que tiene las dos nacionalidades.
Hace cuatro años llegó a ALMA, tras un doctorado en astrofísica en Francia. "Como astrónoma trabajo en un cargo que se conoce como data analyst, el cual tiene un doble enfoque. El primero es de ir los observatorios a realizar las observaciones, lo que se hace en un sistema de turnos, aproximadamente uno al mes y ese turno dura ocho días y mi labor principal es decidir qué se va a observar en qué momento", dependiendo de las condiciones climáticas.
La científica, quien en octubre estuvo pasado estuvo participando de la Semana Explora en Antofagasta, explica que básicamente la función consiste en aportar datos de las observaciones para enviarlos a los astrónomos de otra parte del mundo que estén interesados en usar el telescopio, pero sin trasladarse de hasta la región y siempre y cuando la propuesta que realice el equipo de científicos sea aprobada.
Su otra misión está en su oficina de Santiago. Ahí procesan los datos del observatorio, específicamente sobre calibración para que toda la información que fue enviada a los investigadores de otras partes del planeta sean fidedignos.
Paralelamente y cuando el tiempo lo permita, la joven colabora con equipos de investigadores. "Yo me especialicé en el área de formación estelar, que se dedica a estudiar las regiones fuera de nuestra galaxia, en dónde nacen las estrellas a partir de nubes de gas y polvo. Específicamente me especialicé en medios dónde la formación estelar es más difícil debido a que hay menos gas y las temperaturas no son las más ideales. Lo interesante de estudiar estos medios es que presentan un escenario muy similar a cómo era el Universo hace mucho, mucho tiempo para las generaciones de estrellas. O sea, cómo se formaron las primeras estrellas del Universo".
La joven también explica cómo es el sistema de trabajo en el observatorio. "ALMA es un radio telescopio, lo que quiere decir que observa un tipo de luz que es emitida en forma de ondas de radio, que no le importa la contaminación lumínica. Entonces es fantástico, porque nosotros podemos observar todo el día y no hay que esperar que llegue la noche para eso y por lo cual ALMA funciona las 24 horas, todos los días.
Por eso tenemos un sistema de turnos, en la que durante una semana habemos varios astrónomos en el sitio, en el que tenemos que coordinar con el equipo de ingeniería, de mantenimiento de antenas... entonces es un ambiente súper interdisciplinario, donde trabajamos a la par astrónomos, ingenieros, técnicos, ingenieros en computación, un montón de gente de todas partes del mundo, donde se habla inglés todo el día. Cómo somos tantas personas trabajando al mismo tiempo, el respeto intercultural es la primera norma".
Smog galáctico y rock
En 2013 se hizo conocido el nombre de Celia en varios medios nacionales. Cuando cursaba un magíster y junto a la doctora Mónica Rubio, llevaron a cabo una investigación que llamó la atención porque detectaron moléculas de monóxido de carbono en la galaxia WLM. Es decir, ésta tenía smog.
Eso fue posible gracias el telescopio Atacama Pathfinder Experiment (APEX), también ubicado en la Región de Antofagasta.
Celia recuerda ese momento: "cuando decimos smog nos estamos refiriendo específicamente al monóxido de carbono (CO2), el compuesto de carbono y oxígeno. Es importante porque hasta esa fecha nunca se había hecho una detección de ese compuesto en otra galaxia, ni mucho menos tan lejana¿Por qué es importante el CO2?Lo que pasa es que el Universo está principalmente compuesto de hidrógeno y a medida que va avanzando la vida de las estrellas, que son las que tienen los elementos más pesados, van apareciendo estos elementos. Para nosotros el carbono y el oxígeno es vital, o sea, nuestra vida está basada en carbono y no podemos vivir sin oxígeno".
"La presencia de estos elementos fuera de nuestra galaxia podría ser un indicio de quizás posibilidades de vida en algún momento, porque la vida tal como la conocemos, no puede existir sin carbono ni oxígeno".
Otra de los facetas de esta científica es su afición por el rock. Cuando está en la sala de control en Chajnantor, fácilmente podrían comenzar a desfilar Pearl Jam, Black Sabbath, Metallica, Guns n' Rose, Led Zeppelin o AC/DC. "Me ayuda a concentrarme, especialmente cuando me toca el turno de la mañana (jornadas que pueden extenderse por 10 horas) y tengo que levantarme temprano", dice la joven científico.
Divulgación
Finalmente, Celia destaca cuál considera su labor más importante no sólo como astrónoma, sino que como científica.
Para ella la prioridad será siempre responder las preguntas de la comunidad, es decir, divulgar la información que entregan los científicos pero en un lenguaje entendible, para que todos puedan tener acceso al conocimiento y principalmente pone en valor a los niños y su curiosidad innata.
"Las mejores preguntas que me han hecho son de los niños y niñas. El interés que tienen es sumamente gratificante. Yo diría que en ellos no es tanto fomentar la curiosidad porque eso ya está, lo importante es acercarse y responderles todas las preguntas y ese tipo de actividades (charlas con escolares) es la parte más importante de mi trabajo.
Si yo no hago esto, no tiene ningún sentido que trabaje en astronomía y en un observatorio. Para mí lo más importante es responder las preguntas que tenga la gente sobre el Universo, sobre el mundo en el que vivimos o sobre las estrellas".
Una chilena en la sala de control del mayor observatorio del mundo

