Noche de paz
Señor director:
Ese hermoso villancico que escuchamos por doquier y nos emociona por su simple melodía y mensaje directo, lo escribió en 1818 el joven sacerdote Morh para apaciguar las guerras napoleónicas. Le pidió al maestro de escuela y organista Frank Gruber que creara una melodía, cantándose por primera vez en alemán en la Misa de Gallo, con los acordes de una guitarra, porque los ratones habían destrozado el órgano.
Al pasar casi 100 años, el 24 de diciembre de 1914, en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, un soldado alemán empezó a tocar "Noche de Paz" con su armónica y sus compañeros la entonaron. Los gaiteros escoceses y los soldados británicos siguieron y en conjunto cantaron "Adeste Fideles", primer himno instrumental navideño del rey de Portugal de 1640, pidiendo que "Los fieles acudan, alegres triunfantes, siguiendo la estrella de los reyes magos. Los dos bandos jugaron, apareciendo fotos en The Daily Mirror.
Hoy que han pasado 200 años, nosotros aquí en el Trópico de Capricornio, escuchamos también "Noche de Paz", trasladándonos a nuestra infancia, recordamos ir a adorar al Niño Dios, recibir muñeca de trapo, juegos de cocinas de baquelitas y soldados de madera hechos por nuestros padres. Visitábamos pesebres de animales vivos, árbol de Pascua gigante de palo frente a la iglesia, casas iluminadas con luces, trineos luminosos con el Viejo Pascuero de los campamentos americanos. Asistir en familia a la Misa de Gallo y tomar chocolate con pan de pascua.
En Taltal, Mejillones, Calama, Tocopilla, se visitan ferias navideñas con tranquilidad y paz. En Antofagasta no, la gente espera en largas filas de bancos, farmacias, negocios para ingresar por pequeñas puertas donde dos salen y uno entra.
De repente, las marchas aparecen por doquier, acompañadas de bombas lacrimógenas y el guanaco. Cada día aumentan las planchas de aluminio bloqueadoras, no dejando vitrinear el centro. Las estrellas y guirnaldas de luces nos iluminan en las noches, pero también las marchas y barricadas, fogatas sin querer poner tregua a la situación, ni entregar o escuchar un canto de amor, que es el espíritu navideño en todo el mundo.
Tengan una Feliz Navidad todos, especialmente los solitarios, los que están lejos de casa, enfermos, pobres, y los que viven y duermen en la calle.
Nancy Monterrey C.