Redacción
"La sal que bombean de vuelta mata todo : ¿el costo del agua dulce de Chile es demasiado alto?". Ese es el titular del reportaje que publicó el medio británico The Guardian sobre la planta desaladora de Antofagasta y el impacto que produce en el medioambiente, específicamente en la vida marina de las costas de la ciudad.
En la publicación entrevistaron a un buzo llamado Eduardo Muñoz que trabaja por el sector de La Chimba y que contó cómo la desalinización del agua estaría afectando su trabajo.
"Desde que comenzó la desalinización hace unos años, apenas he tenido suerte. (...) La sal que bombean de vuelta al mar mata todo, y ahora solo hay una gruesa capa de lodo en el lecho marino", es lo que dijo el buzo al reportero.
Además, en la publicación también habla con el biólogo marino de la Universidad de Antofagasta (UA), Rodrigo Orrego, quien manifestó que "cuando buceas por la salida, está totalmente blanco, parece que ha estado nevando. (...) Algunas especies de anémona y almeja desaparecen cuanto más te acercas al punto de descarga (de salmuera), mientras que otras comienzan a aparecer".
En el reportaje también se habló sobre la lucha que ha tenido la ciudad para encontrar y proveer de agua a la comunidad como también sobre el alto concentrado de arsénico que hubo en el agua años atrás.
Aguas Antofagasta explicó en la publicación el funcionamiento que tienen las plantas desaladoras y la función que cumplen para proveer agua a la ciudad.
"El agua que sale de la planta contiene cantidades imperceptibles de impurezas además de lo que se agrega en el proceso de remineralización", explicó el ingeniero de Aguas Antofagasta, Carlos Jorquera.
Monitoreos
Después de publicado el reportaje sobre el impacto que tendría la planta en el medio ambiente, la directora de Asuntos Corporativos y RSE de Aguas Antofagasta, Paula Carrasco, comentó que se realizan monitoreos al medio marino de forma periódica, a través de un Plan de Vigilancia Ambiental (PVA), el cual tiene por objetivo, supervisar y controlar el cumplimiento normativo de los afluentes de la descarga de salmuera provenientes de la planta desaladora, para verificar que las variables ambientales relevantes de la columna de agua de la zona de descarga se mantengan en condiciones similares a las iniciales cumpliendo con la normativa vigente.
Además, señaló que la empresa usa criterios internacionales para esta vigilancia, dado que no existe normativa chilena que fije el límite de incremento de salinidad del agua de mar para determinar una zona de afección de la descarga de salmuera.
Por último indicaron que "si no fuera por la desalación el 30% de la región no tendría agua, a su vez el 50% de Antofagasta no contaría con el suministro".
2003 comenzó a funcionar la planta desaladora en el La Chimba, sector norte de la ciudad.
La Estrella de Antofagasta