Redacción - La Estrella
E ra un solo picadero de vidrio el piso de la entrada del Liceo Mario Bahamonde de Antofagasta ayer en la mañana. Un grupo de desconocidos entró en la madrugada al ex Liceo de Hombres y dejaron la escoba: tiraron toda la estantería de trofeos a piso, las puertas rotas enteras, rompieron papeles por todos lados, destruyeron la oficina de la directora y varias cosas más.
Cuando la alcaldesa Karen Rojo fue a ver las condiciones en que quedó el Liceo, por la mañana, una retroexcavadora levantaba las cenizas de un piano que tenía más de cien años de historia y que estaba guardado en el establecimiento. Un siglo de patrimonio terminó destrozado en un camión. De lo poco que quedó bueno en la entrada del liceo fue una molotov que se mostró a la prensa.
"Es un hecho lamentable", dijo la alcaldesa tras ver el desastre del liceo donde se iba a dar la Prueba de Selección Universitaria (PSU). Rojo dijo que le daba vergüenza que autoridades del Gobierno, "sabiendo que venía este proceso, no tomaron las prevenciones, las precauciones pertinentes", dijo.
"Yo no sé si estarán de vacaciones, o realmente tirados en la toalla, no sé, pero no veo ninguna autoridad que esté dando explicaciones a los padres y apoderados, y a los niños que llegaron a esta unidad educativa para poder rendir la PSU", agregó Rojo.
La directora del liceo, Ross Marie Díaz, contó lo que pasó el lunes, cuando un lote de encapuchados se metió a irrumpir ante la prueba y habrían quemado facsímiles de Ciencias. "Nos vimos tan solos y tan abandonados que era imposible contener a esta turba (…)", comentó. La directora dijo que había dolor y pena por haber perdido parte de una historia de 131 años al servicio de la educación pública. "Aún informando que la PSU estaba suspendida para el día de hoy (ayer), vinieron anoche y parte de esta madrugada más de cien violentos jóvenes a destruir este liceo histórico".
Sobre si pudo identificar a alguien durante el ingreso, la directora dijo que no descartaba nada, pero que no podía responder a eso. Las instrucciones que recibieron, señaló, era permitir que los jóvenes ingresaran a dar la prueba y no generar diálogos, "porque ellos están indignados, cualquier situación a ellos les puede provocar, así que tuvimos que prácticamente entregarles el liceo".
A reparar
En el Mario Bahamonde cerca de 900 estudiantes quedaron sin dar la prueba, a la espera de lo que defina el Demre mañana, cuando se sepa cómo podrán seguir el proceso tras las suspensiones. Ayer se coordinaba la limpieza del lugar, ya que el mismo colegio no tenía la indumentaria necesaria para arreglar el desastre.
Rosa Reyes, inspectora general del Liceo, lamenta la pérdida del piano que guardaban en el liceo, porque iban a ingresarlo a un fondo para su restauración. "En cosa de segundos esto se pierde porque estos jóvenes lo tomaron y lo quemaron", explicó. "Creo que con el respeto vamos a llegar mucho más allá que con estas cosas que los jóvenes hacen, irrumpiendo, dañando la educación".
La inspectora también criticó la falta de protección para evitar que pasara esto. Agregó que trabajarán para volver a levantar al colegio y así recibir a sus alumnos en marzo. "Tenemos la fuerza, tenemos las ganas, todo para que este colegio vuelva a ser lo que era", señaló.
En tanto, ayer ni la Gobernación ni la Intendencia se refirieron al tema.