La idea de adoptar te ronda en la cabeza. Quieres hacerlo y tienes dudas de cómo presentar al nuevo integrante de la familia a tu mascota, porque lo que siempre te ha detenido a tomar la decisión es que tienes un perro adulto y no quieres molestarlo, o temes que éste no acepte al perrito nuevo, o que el cachorro o adulto que vaya a llegar le quite el lugar en la familia que éste tiene.
Tranquila o tranquilo, que nada es mejor para un perro que la compañía de otro perro. Pero obviamente, como en todas las presentaciones, éstas deben hacerse de manera correcta, siguiendo ciertas pautas de comportamiento para no alterar y más bien facilitar el proceso y posterior convivencia de ambos perritos. Son fáciles de seguir, sólo debes tomar lápiz y papel y atreverte. En primer lugar la presentación debe hacerse con calma, en un momento en que no tengas nada más que hacer después, bajo vigilancia y en un lugar neutral (no donde come o descansa tu perro, por ejemplo), ya que tu perrito puede sentirse invadido y reaccionar de manera agresiva.
Prueba en una plaza para que los animales sientan que se encuentran "casualmente" y no sea una imposición. Intervén lo justo y necesario y deja que puedan estudiarse y olerse a su ritmo. Si lo haces en tu casa generalmente el perrito "nuevo" no tendrá reparos en ir a saludar al adulto que se puede mostrar desconfiado y reacio. En estas situaciones, debes proteger al "mayor", retirando al otro perro si se pone demasiado juguetón o insistente. Ojo también si hay gran diferencia de tamaño entre ambos.
Por regla general, un perro adulto no le hará daño a un cachorro de forma intencionada, pero es imprescindible supervisar los encuentros para intervenir en caso necesario. Por ejemplo, si se ponen a jugar y el adulto es mucho más grande y pesado puede lastimar al pequeño. No olvides tener a mano golosinas para premiar el comportamiento de ambos cuando estén juntos y tranquilos.
Hasta que estés completamente seguro que esta forma de relacionarse continuará, no los dejes solos Sabrás perfectamente cuando llegue ese momento y no olvides dedicarle un tiempito extra a tu perrito de mayor "antigüedad" de la casa para que no vaya a sentir celos.
No lo castigues ni lo retes si ves una reacción negativa, simplemente intenta en otro momento el acercamiento. Como hay casos más extremos de perritos muy celosos ya que a veces hay que reconocer que los criamos como verdaderos seres humanos y estos se vuelven muy posesivos y agresivos, no dudes en consultar a un especialista en comportamiento canino llamado etólogo.
De cualquier manera siempre ten precaución y por supuesto dales a ambos mucho amor. Esa es la fórmula perfecta, junto con la paciencia, para que esta nueva familia se acople y viva en armonía y felicidad.